viernes, 29 de febrero de 2008

Voto útil malgré moi - Soneto de Joaquín Sabina


Esta vez, a mi pesar,

se desangra el núcleo duro

de la izquierda del futuro

como una rosa Aguilar.

La llama de Llamazares

me llama, pero, hoy por hoy,

urge frenar a Rajoy

con votos más populares.

Siempre quedará París

para joder a los míos,

le dijo, entre escalofríos,

Carla Bruni a Sarkozy.

El ácrata que hay en mí

entre Rouco y Artapalo

elige lo menos malo

tapándose la nariz.

Se divorcian a granel

las huestes anti divorcio,

Rato y Cascos, qué consorcio

de Caínes, pobre Abel.

Se desespera Esperanza

con Gallardón a la vista,

hay atasco en la autopista

pepera de la venganza.

Malditas leyes de Hont,

nacionalistas de baba

que exprimen a Rubalcaba

contra la diosa razón.

Por no hablar del fuego amigo

que hiere pero no mata,

del bulldog contra la gata

del público, resto y sigo.

La polis está que arde

a pie de imprenta del BOE,

izquierda unida al PSOE

mejor mañana que tarde.

Votandito a Zapatero

mica, feldespato y cuarzo,

cuando los idus de marzo

se deshagan de febrero.


Joaquín Sabina

El viaje

El viaje

Hola, Soy todo lo que es. Soy todo lo que es: lo que ves y lo que no ves. Soy todo lo que es: el espacio, las estrellas, las galaxias, el aire, las personas, las hormigas, la energía, la alegría, la felicidad, las ideas, lo potencial, lo actual, lo imaginado, lo que será imaginado y lo que nunca será concebido. Soy todo lo que es.

Soy todo lo que es. Por eso, estoy en todas partes ----porque Soy todo lo que es. Por eso, lo puedo todo ---porque Soy todo lo que es. Por eso, lo sé todo ---porque Soy todo lo que es. Soy todo lo que es: lo que puede ser visto y lo que no.

Soy todo lo que es. Por eso, soy Uno.

Porque Soy todo lo que es, Soy en Mí mismo. Mi causa soy yo ---porque Soy todo lo que es. Yo Soy el que Soy en Mí ---porque Soy todo lo que es.

La imaginación Soy Yo, porque Soy todo lo que es. El tiempo Soy Yo ---porque Soy todo lo que es. La fuerza soy Yo ---porque Soy todo lo que es. Lo puedo todo, porque el poder Soy Yo ---pues Soy todo lo que es.

Ya sabes quién Soy: Soy tú porque Yo Soy todo lo que es. Y tú eres Yo pues Soy todo lo que es.


Soy la memoria ---pues Soy todo lo que es. La memoria siempre ha sido y siempre será. La memoria me permite hacer un viaje y experimentarme a mí mismo: la memoria alcanza lo que alcanza gracias al olvido. Es la memoria la que experimenta el olvido, la que vive, la que va cambiando. Una parte de la memoria tiene identidad propia, se recuerda a sí misma, y por tanto se experimenta limitadamente. La memoria me permite experimentar la limitación, la individualidad, el eso eres tú, aquel es él y yo soy yo. La memoria me permite interaccionar conmigo mismo ---porque todo Soy Yo. La memoria me permite hacer un viaje por la eternidad. Gracias a la memoria, Soy dándome cuenta de más cosas, experimentando el vaivén, el avance y el retroceso que, en la eternidad, es siempre un camino de expansión ilimitada que va más allá de todo lo que la memoria ha imaginado nunca.

En este viaje, me recuerdo a Mí mismo. Es un viaje que me permite experimentar, jugar con Mí mismo. Soy Yo en un teatro, que Soy Yo mismo ---porque todo Soy Yo. Yo Soy el que Soy en Mí. Con el tiempo, que Soy Yo, mi memoria viaja cada vez más en un camino de plenitud cada vez mayor en el que no existe frontera alguna. Y en ese viaje eterno, mi memoria va descubriendo que Soy Yo, que Soy todo lo que es ---el que Soy en Mí.


A ti, que Soy Yo, te prometo la más plena de las experiencias. Yo Soy el que Soy en Mí y tú eres Yo caminando dentro de Mí, que Soy Yo. Yo Soy tú y tú eres Yo. Buen viaje.

Silvio Rodríguez se retira de los escenarios tras 40 años de carrera

El fundador de la 'nueva trova' cubana Silvio Rodríguez ha anunciado en Guatemala su decisión de retirarse de los escenarios después de más de 40 años de carrera, para dedicarse a componer, que es lo que más le gusta.

"Yo no voy a cantar muchos más años. Dentro de un tiempo no muy largo me voy a dedicar solamente a componer, que es lo que más me gusta de la actividad que yo realizo", ha explicado Silvio durante una rueda de prensa ofrecida en un hotel de la capital guatemalteca.
El autor de canciones como Unicornio y Rabo de Nube asegura que la gira que inicia por Centroamérica, que además de Guatemala incluirá El Salvador y Nicaragua, será su despedida de los escenarios. "No quería terminar esta incursión que he hecho por los escenarios, y que me lleva ya 40 años, sin visitar estos países que para mí son referencia cultural, histórica, fraterna".

Rodríguez ha afirmado que el broche de oro que cerrará su presencia en los escenarios será "no dejar sin hacer algunas cosas que debí haber hecho. Una de ellas es estar aquí, en Guatemala. Por eso estoy aquí, por esa razón".

No se retira por enfermedad
Silvio no se retira de los escenarios por estar enfermo, "por lo menos no de algo que me vaya a interrumpir de pronto la vida", sino porque "cuando uno tiene 20 ó 30 años se puede ir a recorrer el mundo, pero a los 60 es mucho más difícil hacer esas cosas".
"Son cosas que te impone la vida, no son cosas que uno quisiera hacer. Llevo más de 40 años cantando (...) y cada vez tengo más necesidades de tipo familiar".

El trovador cubano no dejará de componer ni de cantar y espera "hacer algunos discos más y que los compren, porque espero que escuchen mis canciones".

jueves, 28 de febrero de 2008

La primitiva

Confieso que juego a la lotería primitiva. Una columna cada jueves. Siempre juego la misma y con ello gano en comodidad, al no tener que marcar los números cada vez; sin embargo, sé que en cuanto me olvide un jueves de sellar mi boleto, saldrá premiada mi combinación. La fortuna acecha, para ver de pillarnos en un descuido. Empecé hace ya bastantes años. Luego, se añadió un nuevo sorteo, que se celebra los sábados y que tiene mayores premios. Pero bastaría con que me pasara al sábado, para que mi combinación saliera premiada el jueves. Merece la pena refrenar la codicia. Por otra parte, tampoco me interesa jugar dos veces a la semana, duplicando así el impuesto de tontos que ya pago. No he pasado nunca de tres aciertos. Haciendo cuentas, entre los reintegros y esos pequeños premios, salgo perdiendo claramente, con respecto a lo gastado. Pero creo que si lograra un premio de cuatro, la cosa cambiaría algo, y si fuera de cinco o seis cambiaría por completo. Pero la lógica dice que la mayoría de apostantes ha de perder. Pero con lo que juego, tampoco me voy a arruinar.
Las disquisiciones que anteceden me llevaron a recordar a alguien. Yo iba de vez en cuando a un local en el que se reunía un grupo de cuyos componentes uno era conocido mío. En las charlas de este grupo salía a relucir a veces un personaje al que citaban como Mareta. Un día le pregunté a mi conocido por el origen de ese nombre, pues por el tono despectivo en que lo decían debía de tratarse de un apodo. Me informó de que provenía de maneta, ya que el interesado tenía un defecto de nacimiento en una de sus manos. Sustituyendo maneta por mareta, vencían sus escrúpulos.
Mi conocido era querido y aceptado en ese grupo. Había adquirido sus tics, seguía sus consignas, reía sus chistes y sus gracias. En ese grupo, de clase media, había algún universitario. Era de izquierdas, según decía él mismo y estaba conforme con la matanza de Tiananmen, porque los ejecutados se lo habían merecido. “De vez en cuando conviene mano dura”, decía.
Se consideraba un pensador. “Es que no piensan”, decía de los demás. En aquellos momentos había mucho paro en España y él hubiera sabido solucionar el problema. “Es que las mujeres ocupan muchos puestos de trabajo. Con que las mujeres se quedaran en casa, se acabaría el paro”.
Un día lo noté muy enfadado y le pregunté los motivos. Resulta que su boleto de la primitiva tenía cinco aciertos y le habían correspondido doscientas sesenta o doscientas setenta mil pesetas, alrededor de mil seiscientos euros. Había seguido el sorteo en directo y al fallar el último número había montado en cólera. Ya no se le volvería a presentar en la vida otra oportunidad de acertar seis. Nunca más volví a preguntarle por la primitiva.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Rajoy vs. Serrat

JUAN CRUZ
EL PAÍS - España - 27-02-2008
Mariano Rajoy situó a Joan Manuel Serrat en la pira, durante el debate del lunes por la noche con Rodríguez Zapatero. ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo? Dijo que el autor de Mediterráneo le había insultado, a él y a diez millones de votantes del Partido Popular. Consultada la hemeroteca, esto es incierto; Serrat no le ha insultado, no consta. No pudo insultarle en la presentación del manifiesto de los intelectuales y creadores, porque el cantante ni siquiera fue. ¿Dónde lo hizo? Se hubiera sabido, lo hubieran proclamado por la mañana. Lo habrían sacado en procesión, por malo.¿Por qué lo dijo Rajoy? Porque le sonaría, y no es raro, tratándose de un músico. Pero Serrat no dijo nada, ni contra Rajoy ni contra su partido. Hay un videoclip en el que él lidera una canción, Defender la alegría, con letra de Mario Benedetti, y hay un manifiesto que él no ha escrito sino que ha suscrito. En el manifiesto, que es de dominio público, no se cita el nombre de Rajoy ni el de su partido. ¿Por qué citó Rajoy a Serrat, tan precisamente, cuando Zapatero le dijo que él despreciaba a los intelectuales y a los artistas? El ataque al autor de Mediterráneo no parece propio de un debate político, pero el líder popular creyó que sí. ¿Por qué lo hizo Rajoy? Estiman los suyos, y los asimilados, que iba a ser él mismo, el Rajoy dialogante y campechano, dispuesto a pescar votos en el caladero de la moderación, cuyo territorio parece que iba a transitar en este último tramo de la campaña. Pero no, esta vez no. Después de adentrarse en el alma de Mediterráneo se metió en un océano más proceloso, el terrorismo y las víctimas de ETA, y dijo algo que soliviantó a Zapatero. Los amigos juveniles del presidente dicen que el chico no se cabreaba ni cuando le tiraban plomo candente; pues esta vez saltó de la silla: ¿cómo, que yo he agredido a las víctimas de ETA? Rajoy lo ratificó, mirando fijo a Campo Vidal: "Lo mantengo". La hemeroteca tampoco lo avala, no consta que ZP haya agredido (en ninguna de las acepciones del verbo agredir) a las víctimas de ETA. ¿Por qué lo dijo Rajoy? ¿Y por qué no se cabreó más Zapatero? Un amigo suyo de la adolescencia leonesa nos lo dijo ayer: "Porque se quedó perplejo". Y cuando se queda perplejo deja que reaccionen los otros por él. A lo mejor eso es lo que pensó, precisamente, "que reaccionen los otros por mí". Luego vinieron las encuestas, y lo que parecía un debate igualado apareció como una derrota para el contrincante popular. A lo mejor tuvieron que ver Mediterráneo y esa acusación terrible que Rajoy lanzó como si quisiera desafiar el alambre.

Se abre el banco "del juicio final"

En un sitio raro para instalar una nevera, el afloramiento ártico de Svalbard se construyó un almacén para guardar duplicados de semillas de casi todo el mundo. La construcción, instalada en un túnel 100 metros enterrado en el interior de una montaña, costó 5 millones de dólares y duró ocho meses. El trabajo fue terminado en diciembre del 2007.
Se habían anunciado fondos para guardar 165 000 variedades de 21 cultivos alimenticios, desde el trigo hasta las patatas, algunos de los cuales constituyen la dieta básica de las personas que viven en los países en desarrollo. Su propósito es actuar como reserva de otro banco de semillas más pequeño que existe en otro sitio.
El esfuerzo, llevado a cabo por el Consorcio Global de Diversidad de los Cultivos y la Fundación de las Naciones Unidas, tiene el propósito de reunir información genética sobre los cultivos, al igual que almacenar y mantener semillas vivas y muestras de raíces de vegetales. En el caso de daño a las colecciones de los países, los funcionarios de la agricultura pueden pedir copias frescas de Svalbard.
Las primeras semillas fueron colocadas ayer. En la ceremonia, a la que asistieron 150 invitados de 33 países, las primeras cajas de semillas fueron puestas en una de las tres cámaras del banco. Estarán almacenadas en perpetuidad a -18 grados Celsius para proveer una "norma de seguridad" para la diversidad de las líneas cultivables del mundo.
Jacques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, describió la apertura del banco como "uno de los actos más significativos para la preservación de la humanidad".
Hablando el día antes de la ceremonia, Cary Fowler, director ejecutivo del Consorcio Global de Diversidad de los Cultivos, describió la disminución gradual de la diversidad global de semillas "como una muerte lenta". Agregó: "Hay una amenaza a los bancos de semillas, estamos perdiendo diversidad todos los días".
El banco, aunque es propiedad del gobierno noruego, será mantenido por el Consorcio Global de Diversidad de los Cultivos, que pagará su costo anual de 150 000 dólares, al igual que gastará medio millón de dólares en la colección de semillas de los repositorios de cultivos del mundo.
El ministro de agricultura noruego Terje Riis-Johansen ha prometido el 0,1% de todas las ganancias de las ventas de semillas de cultivos en Noruega para los esfuerzos de conservación de los cultivos. Si todos los países desarrollados fueran a hacer lo mismo, dice, llegaría a 200 millones de dólares en una década.
Noruega fue escogida como localización para el banco en parte por su situación política benigna, y también porque el clima frío natural de Svalbard reducirá los costes de refrigeración.
Fowler dice que el banco proveerá un recurso esencial en la medida en que el cambio climático plantee un reto a las líneas de cultivo. “El cambio climático plantea un reto a la diversidad que tenemos en los campos”, dice. “La diversidad que tenemos en los bancos de genes será importante para adaptar la agricultura a este nuevo medio ambiente”.
Fuentes:

Vota Puerto Rico por el Presidente de la Primera Potencia Mundial

Por primera vez en a historia, los puertorriqueños tendrán el derecho de escoger al Presidente o Presidenta de los Estados Unidos de América.
Ni el título ni el párrafo anterior concuerdan con la realidad.
Puerto Rico por ser una colonia o territorio de los EEUU no tiene el derecho a votar por su mayor dirigente. Distinto es cuando se trata de primarias presidenciales. Cada estado o territorio escoge delegados, quienes son los que pueden votar en dichas primarias. Hay delegados por cada partido político (Demócratas o Republicanos). Esta es la única oportunidad que tienen los 63 delegados puertorriqueños de escoger un favorito. ¿Y cuál es el favorito de los puertorriqueños? El Gobernador del Archipiélago, Hon. Aníbal Acevedo Vilá (Demócrata) ya se pronunció a favor de Barack Obama. Otros líderes Republicanos, a favor de John McCain. Otros Demócratas apuestan a Hillary Clinton. Pero la mayoría (Demócratas y Republicanos puertorriqueños) van a Barack. ¿Por qué? El precandidato y senador por Illinois propone cambios sustanciales a la política pública estadounidense. Pero, estos cambios, a su vez, sacuden los cimientos de las almas conservadoras, que perpetúan la guerra en Irak, entre otras cosas. Respecto a Puerto Rico, ya propuso iniciativas conducentes a resolver el eterno asunto del status, según solicitado por el partido gobernante (Partido Popular Democrático).

Mercedes Claudio-Ortiz
Puerto Rico

martes, 26 de febrero de 2008

Primer Debate Elecciones/08

Dos maneras de ver un mismo debate, para gustos los colores:

Periodista digital

El Periódico

lunes, 25 de febrero de 2008

Por qué odio los Oscar


Mi odio hacia la ceremonia de los Oscar sólo puede compararse con el que siento por los matadores de focas bebés.Y sí, algo también se mata con los Oscar, algunas cosas sucumben en ese escenario que es el olimpo de la vanidad más grande con el menor respaldo posible. El buen gusto, por ejemplo, resulta varias veces muerto. Y también, por lo general, se mata a la justicia. Para el primero de los crímenes están los comentarios al borde de la alfombra roja y los modelitos que las divas llevan a cuestas. Para lo segundo –el asesinato constante de la justicia– está la elección sistemática de lo banal y lo externo, la consagración previsible de todo aquello que la industria cinematográfica ha decidido construir como nueva mercancía. Cientos de millones de seres humanos pasteurizados por Hollywood se han pegado anoche al televisor. Muchos más de los que vieron, a esa misma hora, el documental de Nat.Geo sobre el calentamiento global. Y muchos más de los que han visto las películas que se disputaban ese trofeo ridículo ideado por un empleado de la Metro en 1928.Debo explicarme mejor: mi odio por los Oscar es inversamente proporcional a mi amor por el cine. Porque resulta que lo que a mí me parece premiable no lo es para la mafia de Los Ángeles y lo que es maravilloso para la mafia a mí me parece, casi siempre, un fiasco. La llamada “Academia etcétera” –un club endogámico donde los actores se premian entre ellos, las actrices se van rotando en el trono de mimbre y el lobby judío ejerce una influencia enorme– jamás premió a Hitchcock o a Kurosawa, a Bergmann o a Fellini, pero podría hacerse un tomo del tamaño de la guía telefónica con la lista de medianías sin remedio que han dicho “gracias, muchas gracias” después de recibir su premio.No premiaron a Orson Welles por “Ciudadano Kane”, pero le dieron once de esas cosas doradas a “Titanic”, un naufragio de película. Y encima convirtieron en non plus ultra como actriz a Kate Winslet, de quien nadie hablará dentro de cinco años.Y en un año en el que había que premiar a actores negros porque así lo exigía lo políticamente correcto, entonces le dieron su Oscar a Forest Whitaker, uno de los peores actores que he visto en varias décadas de cinéfilo. Pero, claro, se lo dieron porque hizo el papel de Idi Amín y, en ese caso, la presión del lobby judío –el rescate de Entebbe: negro caníbal versus inteligencia israelí– hizo lo suyo. Como hizo lo suyo a la hora de premiar al insoportable Roberto Benigni por “La vida es bella”, una huachafada insultante para quienes de verdad sufrieron los horrores de los campos de exterminio nazis.Cómo serán de tramposos y enrevesados estos administradores de honores truchos que hicieron de Cecil B. De Mille, un director de cartón para películas de cartón-piedra y trompetas romanas, poco menos que un genio. Cuando la verdad es que el señor De Mille era un paisajista holístico y un José María Pemán recreando la Biblia para el canal 33.A “Lo que queda del día” no le dieron ni un Oscar de hojalata, pero le entregaron cuatro a “Cleopatra”, con Elizabeth Taylor haciendo de reina egipcia maquillada por Elsa Maxwell en un ataque de lujuria lésbica. Y a “El hombre elefante”, ni el cobre, pero sí a ese bodrio cecilbedemilesco llamado “El espectáculo más grande del mundo”.Nunca premiaron a Richard Burton porque les caía gordo que fuera tan borracho, tan talentoso y tan exitoso con sus mujeres (y que, además, recitara con voz de guarapero mundial a ese otro borracho glorioso llamado Dylan Thomas). Y nunca le dieron nada a Alber Finney probablemente por las mismas razones.No nominaron a Jodie Foster por “Pequeño Tate”,una película brillante, pero sí a Sofía Coppola por “Lost in Translation”, un aborto pentamesino de película.Y así podríamos seguir. Los Oscar son la farsa más exitosa del mundo. Sólo ciertas Iglesias están por encima. Y la alfombra roja –no lo olviden– está siempre en todas las grandes farsas: bodas, celebraciones de hermandad, inauguraciones de gobiernos.Posdata: Raúl Castro, de 76 años, es el nuevo Presidente de Cuba. Su primer vicepresidente será José Ramón Machado Ventura, médico de 77 años. Reelegido presidente del parlamento ha resultado Ricardo Alarcón, de 71, el más joven de la más alta jerarquía. El paso a los más jóvenes, anunciado por Fidel, parece estar cumpliéndose.

LA MUJER QUE ESPERA


En agosto de 1961, mi madre y mi padre se casaron ante un cura español en la iglesia Virgen del Pilar, en San Isidro. Pasaron su luna de miel en la hacienda de mi abuelo materno, al norte de Lima. Mi padre cojeaba desde niño. Había enfermado de osteomelitis, una infección en los huesos, cuando tenía cinco años. Tenía que usar un zapato más alto que el otro. Sus padres lo llevaron a un colegio internado en Londres, pero no se acostumbró y regresó a Lima. Como regalo de boda, mi abuelo paterno les regaló un departamento en la calle Pezet, con vista al campo de golf de San Isidro. Pocos meses después, mi madre quedó embarazada por primera vez. En setiembre de 1962, tuvo una hija. La llamó Doris, como ella. (Mi madre no sabe por qué sus padres la llamaron Doris Mary, un nombre infrecuente en Lima y tal vez en cualquier lugar. Le pregunto si fue por la actriz Doris Day. Me dice que no, pues ella nació en 1940 y Doris Day se hizo famosa en los cincuentas. Me dice que alguna vez sus padres le dijeron por qué la llamaron así, pero ya lo olvidó). Pocos meses después, quedó embarazada. En diciembre de 1963, tuvo a su segunda hija. La llamó Carol porque la hija de su vecina Alice se llamaba Caroline. Estuvo a punto de llamarla Alice y no Carol. Pocos meses después, quedó embarazada. En febrero de 1965, nací yo. Me llamaron Jaime, como mi padre y mi abuelo paterno. (En ciertas reuniones familiares, mi lugar en la mesa estaba señalado por una tarjeta que decía Jaime III). Pocos meses después, quedó embarazada. En enero de 1967, nació un bebé que murió en la incubadora por problemas respiratorios. Lo llamaron Jaime Emmanuel. A la mañana siguiente mi padre me llevó al colegio. Con sorpresa noté que una lágrima caía debajo de sus anteojos oscuros. Un año y pocos meses después, mi madre quedó embarazada. En noviembre de 1969, tuvo un hijo. Lo llamó Arturo porque mi padre decía que era “un nombre viril”. Como ya no cabíamos en el departamento de San Isidro, mi abuelo paterno les regaló una casa muy grande, de ocho mil metros cuadrados, en Los Cóndores, en las afueras de Lima. Muy pocos meses después, mi madre quedó embarazada. En diciembre de 1970, tuvo un hijo. Lo llamó Oscar. “Me parecía un nombre muy internacional”, dice. Muy pocos meses después, volvió a quedar embarazada. (Mi padre estaba sin trabajo). En diciembre de 1971, tuvo otro hijo. Lo llamó José. No sabe por qué eligió ese nombre ni los siguientes. “Sólo quería nombres en español, no en inglés”, dice. (Alarmado, mi abuelo materno le dijo a mi madre: “Si sigues quedando embarazada todos los años, no vas a tener zapatos para todos tus hijos”). Meses después, quedó embarazada. En abril de 1973, tuvo otro hijo. Lo llamó Miguel. Meses después, quedó embarazada. En diciembre de 1974, tuvo un hijo. Lo llamó Felipe. Meses después, quedó embarazada. Al tercer mes, perdió al bebé. No supo si era hombre o mujer. Meses después, quedó embarazada. En mayo de 1977, tuvo un hijo más. Lo llamó Javier. Un año y meses después, quedó embarazada. En diciembre de 1979, tuvo un último hijo. Lo llamó Andrés. Entonces, por consejo de su siquiatra, el doctor Silva, y de sus asesores espirituales del Opus Dei, decidió que no seguiría durmiendo con mi padre y se fue a dormir sola al cuarto que había sido mío, al fondo de la casa. (Yo me había ido a vivir a casa de mis abuelos maternos cuando tenía quince años). “Lo mejor de ese cuarto es que olía a tierra húmeda en las mañanas”, dice. Entre agosto de 1961, en que se casó, y diciembre de 1979, en que nació su último hijo, mi madre tuvo doce embarazos y diez hijos que sobrevivieron hasta hoy. Entre agosto de 1961 y diciembre de 1979, transcurrieron 220 meses. Mi madre estuvo embarazada 102 de esos 220 meses. Entre agosto de 1961 y diciembre de 1979, mi madre estuvo embarazada el 46 por ciento del tiempo. Mi madre nació a principios de abril de 1940. Pronto cumplirá 68 años. Ha vivido unos 814 meses hasta el día de hoy. De esos 814 meses ha estado 102 meses embarazada. Es decir que ha estado embarazada el 12.5 por ciento de toda su vida. Si consideramos que su vida adulta comenzó a los 18 años, ha estado embarazada el 17 por ciento de su vida. Le pregunto a mi madre si recibía sus embarazos con alegría o preocupación. Me dice que se alegraba pero que al comienzo no se lo decía a mi padre, que trataba de ocultarlo todo lo que podía. Le pregunto por qué ocultaba los primeros meses de sus embarazos. Me dice que tal vez por pudor o por temor a que mi padre lo tomase mal. Le pregunto si nunca pensó en cuidarse para no quedar embarazada. Me dice que no se le ocurrían esas cosas, que le parecía normal quedar embarazada una y otra vez. Le pregunto si alguien le sugirió que se cuidase, que dejase de tener tantos hijos. Me dice que nadie le dijo nada, ni sus padres ni sus amigas ni nadie, y que además ella no veía a nadie porque “vivíamos en una casa en la punta del cerro que era tan grande que no tenías vecinos”. Le pregunto si mi padre se alegraba cuando ella le decía que iban a tener un hijo más o si la noticia lo abrumaba. Me dice que se alegraba con los hijos que llegaban casi todos los años, pero no sé si creerle. Le pregunto si tenía antojos durante los embarazos. Me dice que su principal antojo eran los chocolates, pero sólo al final del embarazo, no al comienzo, porque en los primeros meses tenía náuseas. Y que también le daba antojo oler la tierra y a veces masticarla. (Ella dice ahora que sólo la olía, no la masticaba, pero hace unos años me contó que a veces necesitaba desesperadamente masticarla, no pasarla, sólo masticarla y luego escupirla). Le pregunto cuál de sus hijos estuvo más cerca de morir. Me dice que Miguel. Cuando tenía cinco años, cayó desde las gradas hasta la arena de la plaza de toros. Sobrevivió de milagro. Cuando era un muchacho, tuvo en accidente en un auto deportivo. Sobrevivió nuevamente. Le pregunto si mi padre alguna vez intentó cuidarse para no tener tantos hijos. Me dice que no se acuerda, pero que en aquella época no se conocían esas cosas que ahora usan los jóvenes para no tener hijos. “Yo a tu papá lo quise muchísimo”, dice. “Ahora que no está, me doy cuenta de cuánto lo quise”. Hace pocos días, mi madre vino a verme por mi cumpleaños a una playa a cien kilómetros al sur de Lima. Almorzamos juntos. Me regaló un disco con fotos de cuando yo era niño. Le hice muchas preguntas. No se acordaba de nada o casi nada, pero parecía una mujer serena y feliz. “Tengo la familia más linda del mundo”, me dijo, de espaldas al mar. Esa noche, inquieto por la furia de las olas, me quedé pensando que la historia de mi madre, la mujer que esperaba y esperaba y no se cansaba de esperar, tal vez podría considerarse un pequeño milagro y que a veces las mejoras cosas que te pasan son precisamente aquellas que no planeas, como esos diez embarazos imprudentes, de los que muchos en su familia se alarmaban con razón, y que ahora, tantos años después, la llenan de amor, todo el amor que ella merece.

Orwell se cuela en Second Life

El Gobierno estadounidense trasladará muy pronto sus investigaciones a los universos on-line. Según ha informado hoy la agencia OTR PRESS, un programa patrullará por mundos virtuales como Seconf Life o World of Warcraft para encontrar posibles terroristas.

De momento, el proyecto se conoce como Reynard y, en su primera fase, comenzará a analizar el comportamiento de los jugadores on-line para trazar un perfil de los terroristas. Al estilo de 1984, la novela contrautópica de George Orwell, el gobierno estadounidense extiende su vigilancia a todas las esferas de la sociedad para encontrar posibles terroristas y, de ese modo, pretende alcanzar el objetivo de "detectar automáticamente comportamientos y acciones sospechosas en el mundo virtual", según una información de la revista Wired recogida por la agencia estadounidense.

Además de distintos sistemas de análisis de comportamientos, según Wired el proyecto cuenta con un programa de "extracción y análisis de contenidos" y un software que automáticamente reconoce caras virtuales, misiones y objetos.



(fuente: El País)

Memorias de juventud

Solía contarle su vida a todo el que se dejaba. No porque en su vida hubiera habido algo en particular, puesto que nada de ello podía presumirse. No había hecho nada extraordinario en su vida, ni se le conocía ningún percance fuera de lo normal. Lo más destacable que había en ella es que su madre no debió quedarse embarazada de él, puesto que hacía un mes escaso que había dado a luz. Contaba su vida porque le gustaba darle gusto a la sin hueso. Afortunadamente, no era de esos que dicen que recuerdan sus cuatro o cinco vidas anteriores, porque no cabe duda de que las hubiera contado todas. El señor, en su infinita misericordia, no nos manda males mayores de lo que podemos soportar.
Él estudiaba medicina en Valencia y, a menudo, cuando encontraba una farola a su paso, hacía la bandera. No sólo ejercitaba la lengua, sino también practicaba el culturismo. Solía entrar en las pastelerías a comerse algún pastel, no le faltaba el dinero. Y siempre me estaba incordiando para que me dejara de fumar, algo que por aquel entonces yo estaba muy lejos de plantearme. Le desafiaba a que si él dejaba de comer pasteles yo dejaría de fumar, y ahí se terminaba todo.
A principio de cada curso, cuando tomaba posesión de la casa que había alquilado junto con otros estudiantes, se abalanzaba hacia la mejor habitación y luego se vanagloriaba de ello. Había elegido la carrera de medicina porque su madre le decía que en los pueblos la gente procura llevarse bien con el médico. De modo que un día acabó su carrera y se fue a ejercer de médico y disputarle la primacía en el pueblo al alcalde, al cura y al maestro. Fue cuando lo perdí de vista. Ahora tendrá más cosas que contar…

domingo, 24 de febrero de 2008

Sarkozy: "¡Pírate, pobre gilipollas!"

Puede que la caída libre que experimenta el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en las encuestas de popularidad le esté pasando factura en el ánimo, bastante enervado últimamente. El último incidente se produjo ayer en el Salón de la Agricultura, una feria de muestras en París, cuando llamó "gilipollas" a un ciudadano, presumiblemente partidario de la oposición, que pidió al presidente que no le tocara mientras éste recorría la feria saludando a diestro y siniestro. Eso sí, sin perder la sonrisa.

lgado en su edición de Internet un vídeo sobre la visita de Sarkozy al Salón de la Agricultura, un paseo por una feria que debía haber sido un baño de multitudes. Tras pronunciar un discurso en el que pidió incluso que la gastronomía francesa fuera declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, Sarkozy comienza un paseo por la feria abriéndose paso rodeado de sus guardaespaldas y saludando a izquierda y derecha: "Bon jour, bon jour, merci!" (¡Buenos días, buenos días, gracias!"), repite sin cesar.

En un momento dado, alguien abuchea -o muge- y Sarkozy se acerca a saludar a un ciudadano que, apretado entre la multitud, le pide que no le toque. Sin torcer el gesto, es verdad, Sarkozy se enerva y se produce el siguiente intercambio:

Ciudadano: - Eh, no me toques.

Sarkozy: - ¡Entonces, pírate!.

C: - Que me ensucias.

S: - ¡Entonces pírate, pobre gilipollas!

Sin perder la sonrisa, Sarkozy sigue en este momento su visita, estrechando manos, aunque hay un reflejo de nerviosismo en su expresión.

No es la primera vez que Sarkozy se enzarza con un ciudadano. Hace algunas semanas, durante un viaje a la Bretaña, tuvo otro intercambio con un pescador de Bretaña que desde la distancia le echó en cara la diferencia de sus salarios y le vituperó con un insulto de contenido sexual. Entonces Sarkozy se indignó e invitó al pescador a bajar a decírselo a la cara, pero el marinero no accedió: "si voy te pego en la cara, así que mejor que no".



(fuente: El País)

Los aventureros de lo absoluto. La Belleza


Los aventureros de lo absoluto. La Belleza



*Oscar Wilde, Rilke y Maria Tsvetáieva deseaban alcanzar la plenitud sin conformarse con los valores que imperaban en su época y optaron por una senda accidenta e ingrata.
Rilke consagro su existencia al arte y renuncio a la felicidad… Oscar Wilde quiso hacer su vida una obra maestra y acabó su vida devastado por los trabajos forzados y Marina no quiso distanciar lo terrenal de lo sublime, pero la crueldad del mundo real acabó por asfixiarla*

La aspiración a la realización es inherente al espíritu humano y no quiero pensar que estos tres poetas fueron los que se lanzaron a la última gran aventura del sueño romántico, la Búsqueda de la Belleza.

He elegido a estos tres poetas para presentarme a vosotros ya que de alguna manera sus formas de sentir la vida y vivirla se asemejan a mi manera de ser más primigenia; una difícil forma de habitar estos tiempo tan mercantilizados, materialistas, y carentes de compromisos espirituales verdaderos. Aunque yo de alguna manera avisada por ellos aún no sucumbiese a los efectos devastadores y siga guerreando con mis locuras.

Mi vida ha sido siempre así, una aventura. De niña me escapaba a los lugares más insospechados para una niña. Me gustaba adentrarme por las calles que nunca había visto…en los jardines, buscaba el lugar por el que nadie había pisado hacia tiempo...bajaba por lo cerros hasta llegar a un río llamado Cuerpo de hombre para mojar mis pies…me encantaban los lugares extraños y sobretodo si estaban solitarios… y cuando veía algo que nadie quería, eso era mío, mi tesoro distinto… mi objeto fetiche que generalmente enterraba en un lugar de la huerta de mi abuelo para que nadie me lo robara, o quisieran simplemente, que no me perteneciese.

He hablado mucho de la huerta de mi abuelo, el bohemio, el borracho, el anarquista republicano... y lo he hecho porque aquella huerta donde crecí hasta los 10 años fue y es el único lugar donde pude expresar con absoluta libertad mi especial forma de ser, y lo expresaba a cada segundo, lo que quizás hizo de mí a ojos de los demás, una niña extraña a la que hicieron solitaria por ignorarla y que se tuvo que inventar un amigo imaginario que era trapecista en un circo, para poder compartir tanta magia y belleza.

Pero esa historia está ya escrita y seguro que ahora os interesa mucho más mi vida actual. Los recovecos de vida que habito cada momento a través de la poesía, la literatura, la acuarela, la música…o mi vida intimísima que engloba mi mundo mágico de los sueños y mis aventuras astrales y akasicas… también la melancólica levedad del ser.

La búsqueda de lo absoluto, de la Bellezaza, del alimento que exige mi espíritu, mi romántica forma de ver al vida, los misterios y la realidad; por eso tantas veces me veo sometida a mi espíritu rebelde, otras a que navegué por los oscuros valles del silencio, y la mayoría de las veces abierto a las incógnitas de una forma absoluta y abierta. Esa búsqueda me ha hecho en los últimos años de mi vida, indagar en los demás, intentados averiguar si aún puedo encontrar tesoros, quimeras y utopías.

Y necesité crearme otro aliciente mágico, indagar en el arte, la pintura, las palabras, la música de DE LOS DEMAS…y de ahí nació una necesidad imperiosa, un cofre llamado Araña. Pensé que seria el cofre donde guardar esos tesoros para luego contarlos al mundo, ya no podía seguir enterrando en la tierra, debía dejarlos volar con absoluta libertad y amor… Pero en realidad no me he encontrado con un cofre si no con un inmenso y proceloso mar donde grande olas me bambolean.
Un mar en el que a veces hay que sumergirse hasta la zona abisal ya que en esta zona -aunque no sea coherente decirlo- abunda más la luz y además una luz estridente y de colores sólidos a los que puedo palpar y engullir casi con ferocidad…

Y quería mostraos esa parte mía que apenas dejo ver para no escandalizar, para no descubrir mi indefensión o mi inocencia, y vulnerabilidad, pero ¿qué si no somos los buscadores de lo absoluto si no indefenso seres que se ofrecen desnudos en el altar de la vida?

Mas no confundir la indefensión con la libertad del guerreo en mi caso guerrera, desde ella, me apodero del mundo y cabalgo a lomos de mi caballo blando… mi pelo ondeando vientos, mis brazos en cruz y mi grito salvaje y caliente… mis piernas aferradas a su lomo sudoroso y goteante…las lagrima furtivas llenas de la herrumbre, herrumbre del tiempo que ha pasado por mi a través de los siglos y siglos de la existencia… la aventura de lo absoluto.
La mágica aventura de conocer mi verdad Y QUE LOS DEMAS LA DESCUBRAN .

Julia De la Rúa

sábado, 23 de febrero de 2008

23 de febrero

"No tiene nada que ver con el coeficiente de inteligencia, naturalmente cualquier artista que lo sea tendrá un coeficiente razonablemente alto, pero seguramente no tanto como el de un superdotado y en cambio éste no tendrá esa capacidad tan aguda de relacionar cosas"
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FERNANDO SAVATER
Sus pompas y sus obras
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Rafa Marí
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FÉLIX DE AZÚA
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Re(paso) de lengua
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MANUEL SOLER

La adivina

Por motivos que no vienen al caso, traté durante unos pocos años, de forma regular, aunque espaciada, con una señora centroamericana que se ganaba la vida echando las cartas y quizá con algunas otras artes de adivinación. Bordeaba la cuarentena y tenía un número elevado de hijos. Vivía con ellos y con su marido o amante, español, con el que creo que no había tenido los hijos, en una enorme casa que había alquilado. Ella los mantenía a todos y pagaba el alquiler de la casa. Pasaba consulta en una pequeña planta baja y cobraba 5000 pesetas por la visita. Aún faltaba bastante para la llegada del euro. De todos modos, no está más decir que esas pesetas equivalen a 30 euros. Decía que sus principales clientes eran ejecutivos y políticos, pero para mí que también iban personas muy pobres a visitarla. Alguna vez se ofreció a averiguar mi futuro, a lo que yo siempre respondí que no me cabía ninguna duda de cuál iba a ser. Estaba harta, me comentaba, porque al final lo que querían saber todos es si acabarían acostándose con sus secretarias. Esa hartura se demostró cierta, dado que alquiló otra planta baja, treinta o cuarenta veces más grande y cerró su pequeño local. De adivina pasó a empresaria. Llenó su nuevo local de productos centroamericanos y mexicanos, para venderlos. Aquella era una tienda llena de colorido exótico, que presagiaba un gran éxito. No se había olvidado de incluir algunos libros entre su oferta. Durante los primeros días hubo un flujo constante de personas que admiraban los productos artesanales expuestos en la tienda. Dos o tres meses después de que abriera la tienda dejé de verla. Un año y medio o dos años más tarde, volví a pasar por esa calle y en lugar de su tienda había otra. No fue posible averiguar lo que había ocurrido. Lo que sugiere la lógica es que vuelto al negocio de la adivinación y con lo que habrá vuelto a amasar una pequeña fortuna. Presumiblemente, gastará parte de sus ganancias en medicamentos para el dolor de cabeza.
Vicente Torres

viernes, 22 de febrero de 2008

UNA GITANA EN MINNESOTA



Belia Jiménez-Lorente nació en Sevilla. Por motivos de trabajo suyos o de su primer marido fue cambiando su lugar de residencia, que pasó a ser sucesivamente, Madrid, Eslov (Suecia), Conneticut, Texas y, finalmente, Minnesota, que es donde reside en la actualidad.
"En Minnesota la vida es muy tranquila y bucólica; los Minnesotanos son descendientes de alemanes y escandinavos, mayoritariamente, aunque también hay mucho polacos, eslavos, bueno… centroeuropeos digamos. Son tranquilos, amables y bastante civilizados (en comparación con el resto del país) y consecuentemente son bastante aburridos, les falta chispa y ángel y salero. El clima tan duro durante el invierno no da lugar al “alterne”, pero Minneapolis es una ciudad muy cosmopolita y la Universidad de Minnesota atrae a estudiantes de todo el mundo (¡incluso de España!). La gente trabaja mucho, es muy responsable socialmente (tenemos unos de los mejores programas de ayuda social del país, hay más tibetanos refugiados en Minnesota que habitantes tiene Katmandú… imagínate, para un estado de apenas 4 millones de habitantes), tenemos muy buena educación (primaria, secundaria y universitaria, con una de las mejores universidades públicas del mundo y varias de las mejores privadas)."
Tiene tres hijos, fruto de su anterior matrimonio, con los que convive. Alex, que tiene veinte años, Esteban, a punto de cumplir 18 y Rebeca de 14. Alex llegó a ser campeón de natación de Minnesota, en las modalidades de 200 y 400 metros libre, pero ya ha dejado de competir, porque su novia y sus estudios no le dejan tiempo libre. También viven con ellos, a menudo, Raquel y Alex, los hijos que tuvo su marido con su anterior esposa. Al haber dos Alex, uno es el mayor y otro el pequeño.
"Mi ascendiente gitano proviene de mi abuela paterna, gitana canastera de la zona de Cazorla, de Villanueva del Arzobispo (el pueblo de las tres mentiras, porque ni es villa, ni es nuevo, ni tiene arzobispo). No supe que tenía sangre gitana hasta que cumplí 15 años; pasaba el verano en el pueblo de mis abuelos con una de mis tías que vivía allí por aquel entonces (la que ahora vive en Elche) y en la fiesta de la Virgen de la Fuensanta me despisté de mi familia y (siguiendo el sonido de unas guitarras y unas castañuelas) acabé con un grupo de gitanos que bailaban, una de las gitanas no dejaba de mirarme y se acercó a preguntarme mi nombre, cuando se lo dije me cogió suavemente de la barbilla y me dijo “tu eres de los nuestros, de la tribu del lobo”… claro que yo pensé que la señora estaba un poco loca o borracha… bueno, pues era la hermana mayor de mi abuela, me reconoció el parecido físico; así saqué los trapos sucios de la familia a relucir, que nadie sabía (o admitía) que mi abuela era gitana."
Esto induce a pensar en lo funesto que resulta el racismo. Y a la pregunta de si los estadounidenses son tan racistas como los españoles, responde:
"Los estadounidenses son igual de racistas que todo el mundo, ni más ni menos, pero como aquí hay – proporcionalmente y en números – más minorías que en cualquier otro lugar del mundo, pues se nota más y hay más niveles de racismo. Aunque el resto del mundo va por el mismo camino, por desgracia."
Unió sus apellidos para conservarlos ambos, puesto que en donde reside sólo se utiliza uno.
"En Minnesota trabajo para una editorial. Se llama EMCParadigm y escribimos/publicamos libros de texto para institutos y universidades. Empecé en la empresa como editora de la serie de español que se llama “Navegando”; me pasaron al departamento de marketing a primeros de este año, soy gerente de desarrollo y estrategia; un título bien genérico. Lo que hago es mantener y entrenar a una plantilla de consultores nacionales que van a presentar los libros con los vendedores y a entrenar a los maestros en cómo usar los programas, también hago muchos estudios de mercando para averiguar tendencias en la enseñanza de idiomas y literatura y para desarrollar productos nuevos con base a esas tendencias/exigencias del mercando… Viajo a menudo (un par de veces al mes) a otros estados a dar presentaciones yo misma o a presentar talleres, sobre todo de enseñanza de español, alemán y francés que son los principales idiomas que hacemos. Nos vamos también a las ferias de libros, juntas de maestros, etc… como EEUU es tan grande, pues los viajes interestatales a veces son de ocho y nueve horas en aviones hasta llegar al sitio que sea. En fin, eso es lo que hago."
Cocina mucho por lo que no echa de menos la comida española, aunque sí los ingredientes, el marisco y el cerdo de pata negra. También el rioja.
"La estación del año más bonita en Minnesota es el otoño. Con la cantidad de árboles y arbustos que hay por todos lados parece el paisaje una pintura de Monet, los colores son increíbles y el olor a limpio y a naturaleza por las mañanas es algo que se debería embotellar y vender. "

Vicente Torres

26.09.05

Carta a Joan Manuel Serrat

Querido amigo:

Permíteme que te llame de esa manera porque de verdad lo eres, aunque no lo sepas. Tus canciones, la imagen de tu sencillez y tranquilidad de espíritu, así como la referencia del compromiso tuyo con una visión incluyente del mundo, han sido algo importante en mi vida, como lo ha sido en la vida de muchas personas que me rodean.

Además somos, por así decirlo, de la misma camada. Pues yo nací en octubre y tú en diciembre de 1943. Viejos camaradas a distancia, uno de ellos sin conocer al otro, en una relación asimétrica.

La primera noticia tuya la tuve, creo, a mediados de los sesenta, a través de un disco de 45 revoluciones con canciones en catalán. Me acuerdo todavía de Les Sabates: "Quanta gent que passa amb l'ull sorrut!..Quanta gent l'esperança ha perdut!…". Y luego te fui siguiendo a lo largo de estos cuarenta y tantos años, comprando casi todos los discos que sacabas y asistiendo a tus conciertos. El último fue el que nos ofreciste en Caracas en noviembre pasado, junto a ese otro gran amigo y camarada (aunque él tampoco lo sepa) que se llama Joaquín Sabina. Acudí como un espectador más, entremezclado entre el público al que pertenezco. Aún siendo ministro del poder popular para la cultura, no hice ningún esfuerzo por saludarte ni por hacerme notar. Tampoco estuve en los lugares preferenciales. En ese momento yo era únicamente un espectador agradecido por el hermoso regalo que nos estaban dando Serrat y Sabina. Y lo cierto es que lo disfruté bastante.

Hoy, sin embargo, una piedrecita se me metió en el zapato causándome una molestia que me impulsó a escribir esta carta. Acabo de leer una noticia en un periódico caraqueño con fecha 14 de febrero, en la que se comenta que entre los firmantes de la carta de solidaridad con Alejandro Sanz, aparecen tu nombre y el de Joaquín Sabina.

No me incomoda ni puedo criticar, ciertamente, la solidaridad entre colegas. Es natural y comprensible. Lo que me preocupa es que puedas haber firmado esa carta a la luz (o a la sombra) de la campaña mediática nacional e internacional que, desde hace años, se ha desatado contra nosotros, pueblo y gobierno de Venezuela.

Yo quiero explicarte bien este caso. Por un lado, para que conozcas la verdad. Y por el otro para poder seguir disfrutando de tus canciones sin sentir un mal sabor, una amargura, en el alma. Es por mí, por quien lo hago. Perdóname esa.

Lo primero que debes saber es que el incidente Sanz se produce en un momento en el cuál el Poliedro de Caracas acababa de cambiar de manos. Hasta entonces el Poliedro era una fundación adscrita al Ministerio de la Cultura y en esos días, se había concretado su adscripción al Ministerio de Educación Superior. De manera tal que todo en el Poliedro estaba en revisión profunda para adecuarlo a unas nuevas funciones, analizándose desde su razón de ser, hasta la propia organización gerencial. Ese es un dato importante del asunto.

Fue en esos días cuando, ante la solicitud de una determinada compañía productora de espectáculos, la nueva autoridad decide no darle el visto bueno a la presentación de Alejandro Sanz en el Poliedro.

Debe quedar claro que en ningún momento se censuró su presentación, ni se le impidió presentarse en otro lugar ni, mucho menos, se le negó la entrada a Venezuela. Ningún tipo de prohibiciones. Sólo dificultades para usar un espacio, el Poliedro.

A partir de allí comenzó el tsunami mediático a tergiversar las cosas. A mentir descaradamente, como es su costumbre. Pero eso no es nada para nosotros. Lo vivimos todos los días.

El caso es que muy pocas semanas después se superó el incidente y se autorizó la presentación de Alejandro Sanz en el Poliedro de Caracas. Eso es historia documentada. Pero, en un cierto momento, habiéndose comenzado incluso a vender las entradas, al cantante ya no le pareció interesante o conveniente venir a Venezuela. Desconozco las razones por las que no quiso actuar aquí. Comenzó entonces a improvisar excusas. Dijo que ninguno de los grandes hoteles de Caracas quería darle alojamiento, cosa que de inmediato fue desmentida públicamente por el Meliá Caracas, el Embassy Suites, el Tamanaco y el Eurobuilding. Poco después salió en televisión con una camiseta en inglés insultando soezmente al Presidente Chávez. Y desde este lado para no quedar en desventaja, la Cámara Municipal del Municipio Libertador declaró a Alejandro Sanz persona no grata. Bueno, la vida es así. Donde las dan, las toman.

Y luego, como en un coro bien dirigido, comenzaron a aparecer en todo el mundo las voces contra la censura en Venezuela, involucrando en la crítica al propio Presidente Chávez que, me consta, no tenía arte ni parte.

Hoy mismo salen dos entrevistas a Fito Páez, en su paso por Caracas. En El Nacional dice: "Chávez no tolera la disidencia, es intolerante…Uno tiene derecho a pensar, hacer y decir lo que quiera, mientras eso no afecte a los demás". En El Universal declara: "Chávez debería meterse con gente más pesada, como yo".

Bueno, la verdad, Joan Manuel, es que ni Chávez ni nadie aquí se mete con los intelectuales, ni con los artistas ni con ninguna persona en particular por sus ideas o sus creaciones. Yo no estoy seguro de poder calificar a Venezuela como el país más libre del mundo, pero de lo que, sí, estoy seguro, es que éste es un país tan libre como cualquiera pueda serlo. Y desde luego mucho más, por ejemplo, que los EEUU o que la propia España, donde a cada rato, y tú lo sabes, se cierra o se multa un periódico, se prohíbe un partido o se enjuicia a unos muchachos por quemar una fotografía en público.

Yo puedo jurar y juro, como Ministro del Poder Popular para la Cultura y como ciudadano, que en nuestro país la libertad de creación, de opinión y de información es absoluta, sin otro límite que el de las propias leyes. No conozco aquí, en esta época, ningún ejemplo de censura por parte del Gobierno. Esto es un hecho que cualquier visitante o, incluso, cualquier usuario de internet que no crea en chismes y vaya a las fuentes, puede constatar. Basta con leer los periódicos (para muestra las entrevistas de hoy a Fito Páez, el peso pesado) o sentarse por unos minutos ante un canal de TV tan venenoso como Globovisión.

Y por último ¿sabes una cosa?: si algún funcionario público pudiera cometer un error de ese tipo en algún momento, esa persona no sería precisamente el Presidente Chávez. Nunca él. No va con su naturaleza. A Hugo Chávez, como persona y como político, le gusta jugar limpio y ganar en buena lid. Es fuerte en la batalla de las ideas, sin otorgar concesiones innecesarias a la retórica académica o cortesana, pero dentro de la confrontación no hace trampa, no mueve las fichas, no compra al árbitro, no le amarra las manos ni la boca a nadie. Lo digo con propiedad, porque lo conozco, creo, bastante bien. Y este es otro dato del asunto.

De modo que así están las cosas.

Yo me saqué una piedrecita del zapato escribiendo esta carta y, si no hay novedad, podré seguir escuchando tus discos, queriéndote y admirándote, como siempre lo he hecho. Y lo mismo con Joaquín Sabina.

Vaya un saludo cariñoso para los dos.

Farruco Sesto Ministro del Poder Popular para la Cultura de la República Bolivariana


(fuente: www.rebelion.org)

Chávez ataca a Serrat

El ministro de Cultura de Venezuela, Francisco Sesto, ha divulgado una carta que escribió a Joan Manuel Serrat, en la que señala que el gobierno venezolano "no se mete" con los intelectuales, artistas ni con ninguna persona en particular por sus ideas, tras el apoyo del cantautor español a Alejandro Sanz.

"La verdad es que ni Chávez ni nadie aquí se mete con los intelectuales, ni con los artistas ni con ninguna persona en particular por sus ideas o sus creaciones. Yo no estoy seguro de poder calificar a Venezuela como el país más libre del mundo, pero de lo que sí estoy seguro es que éste es un país tan libre como cualquiera pueda serlo".

Sesto señala en la misiva que decidió escribirle al cantante español luego de haberse enterado que firmó la carta de solidaridad con Alejandro Sanz, tras la suspensión de su concierto en Caracas, informó DPA.

"No me incomoda ni puedo criticar, ciertamente, la solidaridad entre colegas. Es natural y comprensible. Lo que me preocupa es que puedas haber firmado esa carta a la luz (o a la sombra) de la campaña mediática nacional e internacional que, desde hace años, se ha desatado contra nosotros, pueblo y gobierno de Venezuela".

Sesto explica en la carta que la cancelación del concierto de Sanz se debió a cambios en la gerencia del Poliedro de Caracas, recinto en el que se llevaría a cabo la presentación.

"Debe quedar claro que en ningún momento se censuró su presentación, ni se le impidió presentarse en otro lugar ni, mucho menos, se le negó la entrada a Venezuela. Ningún tipo de prohibiciones. Sólo dificultades para usar un espacio, el Poliedro".

El ministro indicó que luego del primer inconveniente fue autorizada la presentación, pero Sanz "improvisó excusas" para no venir a Venezuela. Sesto juró en la carta que en Venezuela la libertad de creación, de opinión y de información es "absoluta", sin otro límite que el de las propias leyes.



(fuente: www.periodistadigital.com)

Entrevista con Pancracio Celdrán Gomariz, por Vicente Torres

Pancracio Celdrán (Murcia, 1942) es doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense, licenciado en Lengua y Literatura Hispánica, master en Historia Comparada; diplomado en Historia de Oriente Medio, Lengua y Literatura Inglesa, Literatura Comparada, Lengua y Cultura Hebrea. Ha sido profesor adjunto a cátedra en distintas universidades americanas y europeas, y terminó su actividad académica en las israelíes de Haifa, Jerusalén y Beer-Sheva, y como profesor invitado en la Universidad Internacional del Líbano. Es autor de cientos de artículos y libros de Historia, Lengua y Literatura antigua y medieval; Antropología cultural y Fraseología. Junto a la producción erudita y profesional, es autor de infinidad de libros. Su faceta periodística ha tenido amplio desarrollo en el medio radiofónico, así como en prensa escrita y en televisión, como guionista, creador de programas, participante en tertulias, articulista y autor de reportajes. Colabora en el programa No es un día cualquiera (Premio Ondas 2003) de Radio Nacional, y en la revista El Semanal suplemento dominical con ocho millones de lectores.
Su último libro: Hablar con corrección, publicado por Planeta en Temas de Hoy, ha conocido numerosas ediciones y ha figurado en listas de los libros más vendidos. En la actualidad prepara una edición 'monstruo' (más de 1000 páginas) sobre insultos: su uso, orgien etimológico, su peripecia léxica, sentido y evolución semántica, obra que con toda seguridad captará el interés de los medios: ¿su título?, muy sugerente: Yo insulto, tú insultas..., por la editorial La Esfera de los libros.


- A pesar de que la gente compra muchos libros que se refieren al lenguaje, como Hablar con corrección, y los espacios en los medios sobre la misma cuestión son muy seguidos por el público, cada vez se habla peor. ¿A qué puede deberse el fenómeno?

El que la escalada en la incorrección lingüística oral y escrita vaya en aumento es consecuencia de un fenómeno desgraciado: el gran público toma como habla normativa y fetén la vertida en los medios de comunicación hablados, cátedra bastarda que se ha erigido en autoridad reguladora del bien hablar. El oyente, poco avisado generalmente, toma por bueno el discurso radiofónico y televisivo sin darse cuenta de que el prestigio del medio no tiene por qué traducirse en prestigio de quien lo usa. Los servidores de noticias y programas de entretenimiento de todo tipo son gente normalmente mal formada, sin fondo cultural adecuado, sin conocimiento del instrumento que manejan: la lengua. Es más: en la mente de esas criaturas parlantes se ha instalado la especie de que es mejor quedar por mal hablado que por pijo y redicho, con lo que no se esfuerzan en la pronunciación ni en el uso del léxico. Con esto, es natural que cada vez se hable peor: es el reflejo del habla mediática. Esa merma cultural y falta de profesionalidad del periodista actual repercute negativamente en la audiencia, donde causa estragos: latiguillos mostrencos, solecismos, léxico pobretón, tópicos y lugares comunes, ausencia de ingenio, ramplonería ideológica… ¡Para qué seguir! Se convierte en personaje instantáneo a una señora que exhibe sus vergüenzas durante unos días dentro de una casa donde el único canto es a la promiscuidad, y no a la convivencia…, presentado todo ello por una supuesta periodista de campanillas, o más bien diría de cencerros por el sonido bronco de tales programas y la vacuidad de su contenido. El gran público se regocija, pero luego piensa y dice para sus adentros: '¡Valiente majadería!'. Se busca refugio en libros que prometen mostrar el camino del uso correcto de la lengua, y hacen bien quienes así se comportan…, pero ¡el daño es ya tan grande!

- En su tiempo, el ministro Solís se reunió con un nutrido grupo de profesores y, desde el estrado, les lanzó una pregunta: ¿Para qué sirve el latín? , dijo una voz del fondo de la sala. ¿Para qué sirve el latín? ¿Se enseña en la actualidad?
El latín se enseña en los últimos cursos de la educación obligatoria, pero como todo en nuestro sistema educativo: mal, con desgana de profesores y de alumnos. La disparatada sucesión de planes de enseñanza ha dado como triste resultado un estado de cosas caótico. La educación se ha ido de las manos de todos y todo hace pensar que la precipitación hacia el abismo será imparable. La en enseñanza del latín es una muestra: la mayoría de los profesores sólo piensan en jubilarse, en parte porque no hay a quién enseñar. El grado de preparación de los alumnos en gramática española es tan pobre que apenas se les puede hablar de conceptos de esa naturaleza porque no entienden, no saben y no contestan. Hay profesores heroicos e institutos admirables en cuanto al esfuerzo…, pero en la enseñanza pública todo va a quedar en agua de borrajas. Los colegios privados resisten, pero no sabemos hasta cuándo. Y so que hablamos de la lengua madre de la nuestra; sin un conocimiento serio del latín no es posible emprender estudios de filología románica: no ya de castellano, sino tampoco de francés, italiano, portugués, etc. El latín es la piedra de Rosetta de las Humanidades: Filosofía, Derecho, Historia. Sin esta lengua clásica es casi imposible acercarse a su conocimiento profundo. Pues bien, con eso y todo resucita el espíritu de aquel ministro de quien usted me habla: '¿Para qué sirve el latín?'. Quien se hace tal pregunta lleva en la respuesta la penitencia.


- En términos generales, ¿tienen un buen dominio del idioma los profesionales de los medios de comunicación?
Me remito a lo que le dije en la pregunta inicial: ninguna. En su inmensa mayoría son unos incompetentes lingüísticos; carecen de léxico; no oyeron hablar nunca de la retórica; desconocen los usos del discurso público, tanto que creen en su ignorancia que hay que hablar como si se estuviera en medio de la plaza. El ingenio brilla por su ausencia, y se abusa de la participación del oyente y de las colaboraciones constantes para esconder el panorama desolador de su propia preparación y cultura. Así y todo, también aquí hay excepciones brillantes, y programas que brillan en esta noche obscura del periodismo audio-visual. Como usted sabe yo intervengo en alguno, y puedo decirle, sin apasionamiento, sin que se diga que se me ve el plumero en uno: No es un día cualquiera, de Radio Nacional de España, Radio-1, dirigido por una criatura verdaderamente preparada, un oasis en este páramo de los medios de comunicación que tiene nombre: Pepa Fernández; nombre y nombradía. Junto a Pepa, una constelación de colaboradores preparados en lo suyo, pongo por caso a José Ramón Pardo en la música; a Alex Grijelmo en la gramática; a Juan Morales en sus intervenciones estupendas y en su capacidad de creación de espacios de interés ciudadano; a Paco Álvarez, en su manejo extraordinario de los asuntos económicos; a José María Íñigo en su espacio musical; a la estupenda persona y profesional serio que es Antonio Fraguas, Forges, fuente permanente de ingenio. No son criaturas cualesquiera éstas de las que le hablo, sino gente con muchos años de profesión a cuestas, de estudio serio, de competencia en todos los planos. Ya ve usted que hay de todo, pero lo bueno ocupa una parcela exigua…, y eso es lo malo.


- ¿Quiénes son los dueños de las lenguas?
Usted sabe bien que la lengua es una convención de hablantes, por lo cual es patrimonio de todos. Pero también es cierta la paradoja que dice que 'es de todos y de nadie', en alusión a que una vez formada nadie tiene derecho a hacerla polvo. Aquí, como en las matemáticas, no es cierto que dé lo mismo ocho que ochenta. La lengua tiene una estructura, unas normas, una personalidad contra lo cual no es posible atentar. Amén de lo dicho, el castellano, nuestra lengua, no es sólo castellano: es también el latín, de la que procede, y cuya gramática y peculiaridades hereda. La Academia , como gestora de este patrimonio extraordinario, tiene obligación de mirar por él, de preservarla de impurezas, como dice su lema de limpia, brilla y da esplendor…, y no siempre está a la altura de esa exigencia: levanta la mano para que pasen despropósitos, disparates, usos mostrencos. Pongamos un ejemplo: ¿Por qué aceptar 'en ciernes' cuando la forma fetén y consagrada es 'en cierne'? N o hay otra respuesta que el uso…, pero claro: el uso de unos pocos, ya que la mayoría emplea el modismo adverbial de manera correcta…, con su conducta lo único que hace es crear confusión y aceptar que el error de unos cuantos merece ser lexicalizado. Pero en fin, así le luce el pelo a la llamada 'docta casa': nadie le hace caso.

- Hay gente que tiene serias dificultades para encontrar el tiempo verbal adecuado para cada ocasión, así como las palabras que mejor sirven para lo que quieren expresar. ¿Qué le sugiere esto?
Sencillamente: hacer honor a la regla de oro de las gramáticas clásicas: la consecutio temporum, es decir, que los tiempos concernidos en el discurso se correspondan dentro de la escala natural del acontecer verbal, y mediante tal disposición no será de recibo decir 'mañana te veo', como también rechinaría 'mañana te vi'. ¿Qué es eso de 'luego hablamos'? La consecutio temporum exige que digamos 'luego hablaremos'. Es sencillo: quien hace uso incorrecto de los tiempos verbales es porque quiere.

- ¿Qué opina de los verbos influenciar, aperturar, excepcionar, etc.?
Son inventos de gente poco familiarizada con la propia lengua. Dice influenciar quien no se da cuenta de que existe influir; dice aperturar quien vive de espaldas a la existencia del verbo abrir. Es cierto que puede darse alguna circunstancia que requiera la creación de un verbo nuevo: los neologismos son cosa corriente en la vida de las lenguas, pero hay que tomarlas con cuentagotas. Lo primero y principal: buscar en nuestro diccionario el término fetén para la necesidad lingüística de emergencia, labor que casi siempre da su fruto. Y dije 'casi' no 'prácticamente'. Me preguntaba un lector de la revista dominical El Semanal, donde mantengo un consultorio lingüístico parecido al que llevo adelante en Radio Nacional de España: 'Oiga, don Pancracio, ¿quien prácticamente se comió un jamón, se lo comió todo o se comió casi todo…?'. La pregunta no era baladí: si en la práctica se comió el jamón es que la criatura no dejó ni el hueso; pero
si se comió casi toda la pieza, algo dejó. Bromas aparte, quiero decirle con estas digresiones mías que no hay cosa que no pueda decirse airosamente en nuestra lengua castellana, aunque para salir con bien del trance es necesario aplicarse, y ahí reside otra de las madres del cordero en este espinoso asunto: la pereza, la gran pereza de nuestros periodistas y gentes de los medios de comunicación: algunos se creen tan sabios que van sin guión, como queriendo decir: que salga el toro de la lengua que lo toreo sin capote y sin muleta…, pero claro: así queda el toro, muerto a disgustos, a despropósitos.

- Cada vez son más utilizados los términos envergadura y encajar como sinónimos de altura y recibir. ¿Habrá que modificar el diccionario al final?
Llamamos envergadura a la distancia que entre sí crean los brazos extendidos de una persona; y en sentido figurado se da este nombre a la importancia, amplitud y alcance de una cosa; como modismo adverbial se dice que es de envergadura lo que es importante, o pretender serlo. No hay posibilidad de vincular el término con concepto afín al de altura. El error de hacerlo procede de la misma Academia, que da como entrada primera la siguiente: distancia entre los extremos de las alas de un avión. Es decir, que una palabra de uso antiguo como ésta, muy anterior en siglos a la aparición de los aviones, hurta el espacio en su campo semántico a los usos tradicionales del vocablo. ¿Cómo quieren los de la docta casa que respetemos sus decisiones? Menos mal que entre sus filas hay un humorista para que así, se justifique el que nos riamos. En cuanto a 'encajar', la acepción número 13 del diccionario oficial lo acepta, acaso teniéndose in mente el sintagma deportivo 'encajar goles', es decir: recibirlos, soportarlos incluso cuando el marcador es muy adverso', y en ese sentido se encaja un gol como se encaja una mala noticia o una desgracia. Es uso coloquial, pero razonable.


- La parla perifrástica también está muy extendida. Hay gente que no hace cosas, sino que procede a hacerlas. ¿Por qué creen que son más finos hablando así?
Es muy cierto lo que usted dice; la perífrasis verbal es una desgracia porque resta agilidad al discurso, lo prolonga innecesariamente. Otro tanto sucede con los usos tópicos de expresiones que a modo de clichés se repiten en los medios de comunicación: las casas no se derrumban, sino que se vienen abajo; el río no arrambla con cuanto encuentra a su paso, sino que se lo lleva por delante. El circunloquio, el rodeo verbal de aquello que pudo expresarse con menos palabras es desgracia que nos invade. Como tiene la cosa visos de conducta culta, los tontos se aferran a ello y no sueltan prenda. Los verbos ya no valen, a estas criaturas no parecen servirles si no lo acompañan de adherencias bastardas.

- ¿No le entristece que se abuse del verbo contemplar utilizándolo para nombrar acciones que se designan mejor con otros verbos?
Mire usted, yo ya estoy curado de espantos. El verbo latino contemplare del que desciende el nuestro, significa en aquella lengua 'considerar atentamente, observar con cuidado; examinar de manera diligente, mirar con los ojos del alma, recrearse en la hermosura de una cara o de un paisaje. Pero no significó nunca 'pensar en las posibilidades que uno tiene, ni significó tampoco confiar en que sucederá lo que uno espera', usos bastardos que modernamente van dando al término una serie de usuarios montaraces que hace de la capa de la lengua su propio sayo. La lengua es una convención de sus hablantes, pero no un asalto al semantismo inherente a su léxico.

- ¿Qué opinión tiene acerca de los procedimientos para elegir a los académicos de la RAE ?
No estoy muy al día de cómo se hace eso, pero sea cual fuere el procedimiento los resultados no han sido buenos. Hay filólogos importantes, como García Yebra, Rodríguez Adrados, Manuel Seco, por nombrar a un latinista, a un helenista importantísimo a nivel mundial, y a un gramático de gran solvencia; un filósofo extraordinario, como Emilio Lledó. Pero luego hay un lastre, un peso muerto de gente sobrevenida, incapaz de aportar nada a esa casa tan necesitada de lexicógrafos, lingüistas, paleógrafos, dialectólogos. En fin, ¿qué le voy a decir a usted? Repase la lista de los que están y verán que nunca como hoy puede decirse aquello de que 'ni están todos los que son, ni son todos los que están'.
- ¿Tiene algún libro en camino?
Uno siempre está haciendo cosas: es la propia inercia de la vida intelectual. Desde los 24 años ando en estas lides del profesorado, la divulgación, la creación. La niña de mis ojos en estos momentos saldrá a la luz del día a finales de mayo, en la feria del libro de Madrid, publicada por 'La esfera de los libros'. Su directora, Imelda Navajo, ha tenido a bien enfrentarse con un libro muy voluminoso, en torno a las mil páginas que llevará por título Yo insulto, tú insultas… (Tesoro crítico etimológico histórico de los insultos españoles) donde recojo miles de insultos, tanto los grandes como los chicos, los insultos de siempre como los insultos olvidados, los de la ciudad y los del campo, los de la urbe y los de la aldea. Miles de insultos con su explicación etimológica, su uso, ejemplos de empleo, su devenir histórico cuando es el caso, se erosión semántica, etc. Se trata de una obra definitiva que deja en paños menores a mi clásico Inventario General de Insultos publicado hace más de una década, vengo trabajando en este campo desde hace quince años y aún se quedará un buen puñado de insultos castizos en el tintero. Estoy muy ilusionado con este libro cuyo manuscrito entrego en la primera mitad de enero. Que Dios lo mire con agrado y le dé tanta suerte como tuvieron otros libros míos en esa jungla bibliográfica que es el mercado de Iibros en nuestra patria.

LA SONRISA INOCENTE

Amanecía en azul la tibia mañana abrileña. La algarabía de una docena de niños traspasaba la celosía multicolor de un seto. Sus risas alegraban, aún más, la naciente primavera. Fue entonces cuando la fresca voz de un crío se hundió en mí como esa gota de aire frío que, en la cima de una montaña, hiere al rayo de sol y corta el corazón del día. Su aspecto lastimoso rompió el embrujo de la floresta. Durante unos eternos segundos caminé perseguido por su infatigable letanía. En un rutinario movimiento, me volví hacia él. Su mano apretó el pequeño tesoro de aquella moneda y una sonrisa de gratitud se clavó en lo más hondo de mi sombra.
Hoy, años después, aún me duele.


Manuel Cubero

jueves, 21 de febrero de 2008

LAS PEQUEÑAS COSAS


No sé qué me haría sin ella. Todo sería infinitamente más triste y difícil sin ella. Cuando estoy lejos, como ahora, me doy cuenta de cuánto la quiero y cuánto alegra mis días cuando me sonríe y me abraza y me lleva a pasear con sus vestidos de verano que se le andan volando y ella tiene que sujetar, pudorosa. En algún tiempo lejano dudé de mi amor por ella, le dije que no podíamos estar juntos, que yo había nacido para estar solo. Ella me dejó ir, me dejó vivir todas las aventuras que yo necesitaba vivir. No es que quiera volver a casarme con ella. No es que quiera dormir con ella. No es que quiera amarla con la pasión con que nos amamos cuando éramos jóvenes, una pasión que se extinguió con los años, como tenía que extinguirse. Es que la necesito para estar bien. Necesito ver su cara. Necesito verla sonreír. Necesito saber que está contenta, tranquila, ilusionada, segura de que mi amor por ella no se fue, no se irá, seguirá hasta el final. La quiero como si fuera mi hija o mi mejor amiga o mi hermana, la quiero como si fuera lo que en realidad es, la mujer que más he amado sin saber que la amaba. Ella sabe que no soy el hombre del que debió enamorarse. Ella sabe que se equivocó conmigo, que no debió dejar a su novio por mí. No es tonta y lo sabe. Pero como no es tonta tampoco piensa estas cosas y acepta que el azar entreveró nuestras vidas de un modo que ya es definitivo y por eso sabe que a estas alturas lo mejor es aceptarnos como somos y aprender a querernos a pesar de nuestras miserias, esas pequeñas miserias que uno sabe que no van a cambiar, que son parte de ti. La verdad es que me casé con ella muerto de miedo. Ella sonreía y trataba de calmarme. Después de tantos años, ahora pienso que fue una gran cosa casarnos y una gran tontería divorciarnos. Hubiera sido lindo seguir casados hasta el final, viviendo cada uno donde le dé la gana, como vivimos ahora, y viéndonos cuando realmente nos provoca, como nos vemos ahora, y durmiendo con quien cada uno tenga que dormir, porque sólo se vive una vez y la libertad no se negocia, pero aceptando que nuestro amor estaba escrito y debió quedar escrito y no ser borrado. Da igual, esos papeles y esas firmas no valen nada. Lo que cuenta es cómo ella me abraza, cómo me mira, cómo me habla por teléfono, como me dice todavía esas palabras suaves y dulces que me decía cuando empezamos a querernos. Hubiera sido tan fácil que ella eligiese odiarme. Mucha gente pensó que yo la había humillado, que la había sometido a unos escándalos bochornosos, que no debía hablarme más. Un periódico de Lima, el más tradicional e influyente de la ciudad, publicaba cartas de lectores indignados que, en nombre del honor y las buenas costumbres, le pedían que cambiase el apellido de nuestras hijas. Muchos en su familia le rogaban que me olvidase, que me borrase por completo de su vida, que se fuera a vivir lejos de mí. Ella no les hizo caso. Ella me entendía, sabía que yo tenía que hacer todas esas cosas y que nada de eso ponía en entredicho nuestro amor, ese pacto secreto de querernos libremente hasta el final, honrando a las hijas que ella me dio contra la opinión de medio mundo, esas personas que le decían que mejor abortase, que no le convenía quedar atada a mí, que yo iba a ser el peor padre del mundo, un padre malo, egoísta, degenerado, un padre ausente. Ella siguió creyendo en mí y comprendió y perdonó todo lo que tuvo que comprender y perdonar, que no fue poco, y creo que al hacerlo se hizo más fuerte y más sabia y en cierto modo también encontró unas formas más serenas de felicidad que quizá le hubieran sido negadas si hubiese elegido el camino de la dureza y el rencor, si hubiese decidido ser mi enemiga, como muchos le aconsejaban. Pero ella eligió ser mi amiga. Si no podíamos ser los esposos felices, la pareja convencional, quizá podíamos tratar de ser amigos, respetando que cada uno tuviese unos amantes de los que era mejor no hablar para no lastimarnos más de lo que ya era inevitable. Y fue así como, en lugar de alejarnos, nos fuimos conociendo y queriendo más. La libertad que nos dimos resignados, pensando que era una derrota, terminó siendo un estímulo formidable para el amor, una victoria compartida, un discreto triunfo moral que nos hermanó. El amor está en las pequeñas cosas, no en los revolcones que uno se da en la cama. Ella me demuestra su amor todos los días, en las pequeñas cosas. Si mis calzoncillos están viejos, ella me compra los que ya sabe que me gustan. Si necesito un terno nuevo, ella me consigue el más lindo. Si el chofer choca mi camioneta, ella no me dice nada para evitarme un disgusto y paga la reparación. Si me siento mal y no paro de toser, ella me consigue citas con los mejores médicos y me lleva y me espera y me aconseja y me compra los inhaladores para que pueda respirar mejor. Si estoy por llegar a la ciudad, ella ordena que compren las granadillas y las uvas y los plátanos y los jugos de mandarina que sabe que me hacen feliz. Si es domingo, me espera en su casa con la carne a la parrilla y unos postres exquisitos que ella misma ha preparado. Si alguien dice algo bueno de mí, me lo cuenta. Si alguien dice algo malo de mí, no me lo cuenta. Si mi madre se queja de que no voy a verla, ella le lleva flores y regalos y la engríe y si es necesario la acompaña incluso a la iglesia y rezan por mí, aunque ella sabe que esos rezos son inútiles y que no voy a cambiar como mi madre quisiera. Si le digo para viajar, siempre está lista. Si le digo que mejor no viajamos porque estoy harto de tantos aviones, no se molesta, entiende. Si es Navidad, compra regalos para todos, vuelve a ser una niña, goza de un modo que me da envidia. Si hay un cumpleaños, compra los sánguches y los dulces más ricos, se ocupa de que todo salga perfecto. Si necesito cambiar de hotel, me hace las reservas, me consigue las mejores tarifas. Si necesito un departamento, visita diez o quince y elige el mejor para mí, sabiendo que ella no dormirá allí conmigo. Si estoy por salir a la televisión y me doy cuenta de que mis zapatos están sucios y viejos, ella viene corriendo con unos zapatos nuevos que yo no sabía que tenía, ella siempre me da esas sorpresas magníficas. Si le pregunto qué quiere hacer en abril cuando cumpla cuarenta años, me dice que quiere ir a París con las niñas y conmigo. Y yo le digo que iremos a París y ella será mi traductora y caminaremos las mismas calles que caminamos hace tantos años, cuando fuimos de luna de miel, ella embarazada de nuestra hija mayor, y la besaré en la mejilla y le diré al oído, sin que las niñas se den cuenta, lo que entonces sentía borrosamente y ahora sé que es verdad y lo será siempre para mí: -Eres la chica más linda del mundo.


Jaime Bayly

Diario Correo

Lima, 11 de febrero de 2008

OTOÑO DE PATRIARCA


Fidel Castro ha renunciado al poder que, por enfermedad, hace 19 meses que ya no podía ejercer. Ha renunciado a casi nada, entonces.El problema de la tal renuncia es, sin embargo, que es de pleno derecho inexistente.Porque se renuncia ante el jefe y Castro ha sido el jefe de sí mismo. Se renuncia ante un superior y no ha habido superioridad más elevada que la de Castro. Se renuncia ante el Presidente y él ha sido el Presidente. O se renuncia ante el Consejo de Estado, que era Castro clonado y con diversas voces y en guayaberas surtidas. Para decirlo en breve: Castro no puede renunciar.Podría hacerlo ante Dios pero él es Dios en traje de campaña, Dios en el Octavo Día de la Creación, Dios creando el paraíso de la uniformidad, la utopía de la repetición, el Génesis donde se separaron las tinieblas y se dio, sin zarza ardiendo, la Revelación por la que los cubanos asimilaron los Mandamientos Abreviados diseminados a sangre y fuego por el padrecito Stalin.El primer mandamiento era pensar como el partido. El segundo era ser pionero de niño, JC de joven, militante de cuadra a la hora de la madurez. El tercero jamás se pudo descifrar porque estaba escrito en caracteres cirílicos, aunque Hubert Matos sostiene que decía que todo cubano debía de rezarle en yoruba a Nicolás Guillén, el del son entero y la paloma de vuelo popular, el poeta que no quiso estar el día en que Heberto Padilla confesó ser un espía de la CIA y tener un contacto canadiense para sus infidencias.Este columnista entró una vez a una librería en La Habana y preguntó por las obras de Ajmátova, Djilas, Trotsky, Dumont y Cabrera Infante. Lo de Cabrera Infante era en plan de joda, pero respecto de los ­otros la verdad es que esperé encontrar algo. No encontré nada. Pero la lista de omitidos era oceánica y no toda se justificaba por el asunto de la escasez de divisas, que era el cuento con el que querían lavarte el cerebro. La Inquisición había sido, en suma, una porquería llena de huecos y rendijas: ¡este era el verdadero Index Librorum Prohibitorum! ¡El infierno antiborgiano en forma de biblioteca expurgada! ¡El destierro de todo lo que pudiera hacer pensar distinto!Hablando una vez con Hubert Matos, que se había jugado la vida en Camagüey para que Batista fuera derrocado, le escuché esta frase terrible:–Camilo se murió a tiempo, felizmente. Por eso su recuerdo es pura luz.Bueno, Camilo Cienfuegos se murió precisamente en ­uno de los viajes entre La Habana y Camagüey, adonde iba continuamente para calmar los ánimos y explicar pór qué Hubert Matos, comandante del Movimiento 26 de Julio, jefe militar de la insurrección en Camagüey, profesor de primaria y combatiente, por qué Hubert Matos, digo, había sido condenado a veinte años de cárcel por traición. Fue Camilo quien le pidió la pistola y lo arrestó en nombre de la Revolución, que en ese momento ya se escribía con mayúscula. Matos fue juzgado por un tribunal militar revolucionario. Lo que pasó allí fue histórico y está documentado y es una de las peores vergüenzas del castrismo autista de los Raúl y los Alarcón de hoy: cuando Matos estaba convenciendo al tribunal que su juicio era una farsa, que su castigo nada tenía que ver con la sedición y sí mucho con la autenticidad del M-26, Fidel Castro, descendido del Olimpo donde ya vivía dando órdenes, se presentó ante los jueces y el público y lanzó un discurso poderoso y conminatorio en contra del reo Matos, su compañero de lucha, su ­amigo. Los jueces deliberaron ese mismo día. La condena fue a 20 años de reclusión. Castro ya conducía hasta la judicatura.Matos estuvo los primeros cinco años incomunicado y desnudo. Es que en la cárcel del Combinado del Este debía de usar uniforme de preso común y él se negó a vestirse con ese disfraz. A los cinco ­años, sin embargo, ya no pudo más. Una paliza le había inmovilizado el brazo derecho –lesión que sería una invalidez permanente– y su salud mental empezaba a dar muestras de deterioro.Cuando se cumplieron los veinte años, Matos tardó todavía un año en gestionar su libertad.–Fue la última venganza de Castro –me dijo Matos–. Por ­eso es que estuve 21 años en la cárcel, uno más que la pena dictada.Ese dictador insomne, ese patriarca desmedido, ha renunciado ayer a no se sabe qué en La Habana, Cuba, el país donde ha gobernado sin dudas ni murmuraciones durante cuarenta y nueve años de su edad. García Márquez debería escribir un libro de verdad sobre este tema.

César Hildebrandt
Lima, 20 de febrero de 2008
Diario La Primera

miércoles, 20 de febrero de 2008

Niños Indigo


Me encomiendan la tarea de hablar de “niños índigo” como inicio de columnista en este blog y veo que es ardua y difícil materia. Al principio pensé en no hacerlo e inmediatamente me dije: ¿porqué no? En peores situaciones te has visto.

Bien, quiero decir que no soy psicóloga, tengo contacto con bastantes niños superdotados desde hace años y me he limitado a investigar diferente documentación: libros, blogs….No he tenido la oportunidad de desplazarme hacia diferentes lugares donde viven personas que indican que los niños índigo existen; por lo que deben de considerar mi escritura como una oportunidad de reflexión frente a un tema que produce gran controversia.

Con respecto al tema que nos concierne, creo que primeramente se debe separar claramente dos conceptos bien diferenciados: por un lado está la creencia que cada persona pueda tener sobre un determinado tema, y por otro lado tenemos la demostración científica de la existencia de algo. Que no haya verificaciones de la existencia de algo no quiere decir que sea falso, hay muchas cosas que no están al alcance de la explicación científica.

Ivonne Mencken define los niños índigo como: “son seres humanos más sensibles y gentiles que el resto de la gente. Muchos de ellos manifiestan a temprana edad que nacieron en la Tierra para fomentar el amor, la paz y un estado natural de felicidad… Desde muy temprano manifiestan propósitos muy concretos en la vida, como existir con mayor intensidad, actuar bondadosamente, cancelar la crueldad sobre las criaturas de los demás reinos vivientes y recrear la Sociedad. No soportan los actos violentos, no admiten coacciones ni amenazas, suelen dar respuestas muy puntuales y certeras en situaciones donde se sienten chantajeados o manipulados. Emotiva, espiritual, intuitiva y anímicamente son hipersensibles e inventivos”

Hay personas que piensan que los “niños índigo” se han convertido en un tema central de la New Age y en un gran negocio difundido a través de conferencias, libros, seminarios, cursos, págs. webs….Ahí queda en el tintero. Hablar hoy de negocio, que todo es negocio tampoco sorprende.

Con respecto a la definición de “niño índigo”, aparecen en algunos autores varios conceptos como, alto C.I. y capacidades extrasensoriales y/o paranormales. En todos los momentos de la historia siempre han existido seres con habilidades extraordinarias y han sido aceptados con júbilo y alegría.

Ann Tappe explica que los seres humanos irradiamos “capas áuricas” con determinados colores y declara haber visto las auras de estos niños con una intensidad azul índigo, de ahí su denominación.

El aura. El aura es al menos, según mi entendimiento, la energía que existe alrededor del ser humano aparentemente imperceptible por su ojo, pero que con una serie de ejercicios, éste al final podría percibirlo. Hoy en día hay muchos cursos para que cualquier persona pueda aprender a ver el aura. En mi opinión y sin tener demostración científica al respecto, pienso que el aura puede ser una especie de campo electromagnético, que existe igual que el aire. El aire se puede demostrar porque todos absolutamente todos sentimos en nuestro rostro su presencia cuando está en movimiento. Como todos sentimos sus efectos, lo damos por demostrado. El aura, no lo ve todo el mundo, por lo que no puede ser dado por demostrado. El que lo ve lo sabe. El que no lo ve, puede o no puede creérselo.

Desgraciadamente yo no he visto hasta la fecha ninguna cámara Kirlian que haya funcionado correctamente, lo cual no quiere decir que no existan. Para los no avezados en estos temas, sólo deseo indicarles que cámaras Kirlian son aquellas cámaras fotográficas que supuestamente tienen la capacidad de fotografiar el aura.

Por un ángulo, existe la polémica de que con tan sólo hablar de “niños índigo”, se está haciendo referencia a la discriminación y por otro, se especifica que no es una discriminación racial, sino una evolución de la raza humana. Dependiendo de cómo se planteen ambas posturas, pueden tener una connotación u otra y, en definitiva, dependen en cada caso del interlocutor.
En un blog he leído que a un padre de un niño al que le habían diagnosticado como índigo decía: “Deben cuidar a sus hijos y protegerlos de cualquier cosa que afecte su normal desarrollo y crecimiento. No los compartan como si fueran los salvadores de este planeta. Si realmente lo son, no harán nada a esta edad, y si no lo son, provocarán una desilusión tremenda entre Vds. Trabaja con él como lo harías con cualquiera de tus hijos, si es más inteligente, apóyalo… sólo eso”.

Comparto ampliamente lo que dice este padre. A los niños hay que protegerlos. A todos. Y también hay que protegerlos de la ciencia, y del abuso de medicaciones que en algunos casos se realiza, aún cuando los efectos secundarios podrían ser en proporción más perjudiciales que el beneficio producido con el remedio. Todos los niños requieren las mismas atenciones, cada uno con sus propias particularidades. En la igualdad se halla la diversidad. Que exista igualdad entre los hombres, supone y significa que a cada uno hay que darle y/o pedirle en función de lo que cada uno es. Y como siempre digo: Somos iguales pero diferentes.

Algunos autores dicen que los niños índigo provienen de extraterrestres, no sé si será cierto o no; mi intuición me dice que no es cierto. No es necesario acudir a los extraterrestres para poder entender que puedan existir personas así. La raza humana tiene la entidad suficiente como para evolucionar por sí misma y mutar como hasta ahora ha venido realizando, sin la necesidad de cruzarse con un extraterrestre para avanzar en su recorrido.

Por otro lado hay que diferenciar si existe la posibilidad de que exista alguna persona según la definición expuesta de “niño índigo” y mi opinión es que sí. Y otra cosa es que se hable de una ingente cantidad de “niños índigo”, que hasta el momento no se han manifestado; pues desconocemos que estén. Lo cual no quiere decir que no estén ocultando sus identidades.

También se habla de que los “niños índigo” aparentemente son producto de una mutación genética, que la estructura genética del ADN es diferente al resto, que tienen ácidos nucleicos combinados de tal manera que producen más codones que el hombre corriente. Creo que la demostración de los niños índigo empezaría primeramente por aquí. ¡Vaya! voy a enterarme de cómo se puede hacer un análisis del ADN, y si puedo me lo voy a hacer. ¡Qué curioso! Nunca me lo había planteado, puede ser muy pero que muy interesante. Si al final me lo hago, ya les comentaré los resultados.

La controversia más dolorosa es la producida sobre si los niños con síndrome de Asperger podrían ser niños índigo o viceversa. No he conocido este tipo de niños, con lo cual no soy quien para dar ninguna opinión, sino sólo la información que he encontrado.

Al respecto, Sharyl Jacson, defensora de los “niños índigo” decía: “Estoy convencida de que veremos un drástico aumento en el número de niños autistas. En realidad, estos son niños cristal, que son tan sensibles, tan vulnerables al mundo que los rodea, que se vuelven hacia dentro, se desconectan lo mejor que pueden para sobrevivir en un mundo en el que todavía no encajan”.

La mayoría de las opiniones de los que están en contra de la existencia de los “niños índigo” y hablan de “niños autista” coinciden en que dicen por lo general: “Los niños con Síndrome de Asperger desean relacionarse con los demás niños y tener vida social, pero muchas veces, al fallar en ello se resignan. Aceptan su soledad al ser objeto constante de burlas, risas y desconsideraciones por parte del resto de los niños.”

Luego, frente a este problema real que existe en estos niños autistas, sabemos fehacientemente que están en cierto modo aislados del mundo exterior, pero me temo que no terminamos de saber el motivo. Tal vez alguien lo sepa porque pueda comunicarse telepáticamente con ellos y así sea o tal vez debamos esperar a que un autista sea capaz de explicarnos qué es lo que le está sucediendo y cuál es la causa que hace que se produzca su aislamiento.

Este es un tema muy, muy delicado. Por encima, podría decir que aquí puede haber una mezcla de un poco de todo, tal vez niños detectados con “Síndrome de Asperger” que dicen son “niños índigos” no lo sean o al contrario; porque a veces, cuando no entendemos algo, lo podemos meter en un cajón desastre. Y éste existe, por desgracia, tanto para la denominada “pseudociencia” como para la ciencia.

Después de leer y leer e informarme, he visto, que no se ha hecho suficiente. No estoy convencida de que realmente, a una serie de niños diferentes, se les esté diagnosticando realmente por lo que son. Y eso indica muchas cosas. Una parece abocar a: ¿tan poco nos interesan los niños que no aunamos esfuerzos para averiguar que sucede cuando se nos presenta un niño diferente a los demás? ¿Cómo podríamos aunar esfuerzos entre todos para averiguar como podemos ayudar a estos niños? Sin ánimo de ofender a nadie, creo que algo está fallando, no lo estamos haciendo bien. Porque si nos equivocamos en un don, podemos destrozar las ilusiones de muchas personas y efectuar un daño psicológico, y si nos equivocamos en una enfermedad, podemos medicar a un inocente indefenso y producirle tambíen un daño tal vez irreparable.

Como he dicho al principio, no soy una erudita en este tema ni me dedico a él. Me he limitado a tomar opiniones y contrastar. Esta es la sensación que me queda, y un gran vacío que me deja. Hablamos sólo de Cuerpo y Mente. Se nos ha olvidado hablar del Alma y el Espíritu. Algo nos está faltando.

Tal vez existan los “niños índigo”. Por el momento, no puedo demostrar científicamente la existencia o no de los “niños índigo”, pero sí que he visto el reflejo de la bondad en la mayoría de los niños que he conocido hasta la fecha.
Y saco a colación a un gran genio, Rousseau. Rousseau pensaba que el hombre, en estado ideal es bueno, feliz y no tiene vicios. Pensaba que era la sociedad formada, la que le inducía a todo esto.
Para Rousseau, la competición, la desconfianza, el deseo de fama y, en general, los vicios, no se encontraban en la naturaleza humana, sino que eran introducidos por la sociedad en el hombre.
Así asentaba: “El hombre es bueno por naturaleza” “Sentemos como incontestable máxima que siempre son rectos los movimientos primeros de la Naturaleza: no hay perversidad original en el pecho humano; no se halla en él un solo vicio que no se pueda decir cómo y por dónde se introdujo”.
Rousseau inquiría: “¿Qué me importan a mí los delitos de Catalina? ¿Tengo miedo de ser víctima suya? ¿Pues por qué le miro con tanto horror como si fuera mi contemporáneo? No sólo aborrecemos a los malos porque nos hacen mal, sino porque son malos. No sólo queremos ser felices, también queremos la felicidad ajena; y esta felicidad, cuando no nos cuesta nada, aumenta la nuestra”
Rousseau indicaba que cada cual busca su conservación; el hombre tiene amor de sí mismo y este amor es útil y bueno, por lo que se deduce que el amor de sí mismo no conduce necesariamente ni a la competición ni a la desconfianza hacia los demás. Estos sentimientos sólo pueden introducirse en el hombre cuando el amor de sí mismo se transforma en amor propio. El amor de sí mismo lleva al hombre a amar a los demás, gracias a quienes el hombre se conserva. El hombre, primero se hace consciente de que necesita de los demás para su conservación, después, los ama.
Por el momento comparto con Rousseau la existencia de la bondad innata del ser humano reflejada en los niños. ¿Y porqué no pensar que el amor no ha de transformarse en amor propio, sino en amor hacia los demás? Pero luego miro a mi alrededor y pienso ¿Qué falló en el camino? ¿Cómo es que los niños se estropearon al hacerse adultos? ¿Qué es lo que les hemos dado para que se hayan echado a perder tanto?

Para finalizar y como conclusión, no digo ni que existan ni que no existan los “niños índigo” sino que para confirmar una u otra cosa hay que demostrarlo. Tampoco hay pruebas ni investigaciones científicas de la existencia de Dios, como no se puede probar por medios físicos el amor. El amor todos lo hemos sentido y por eso todos decimos que existe. Y queda por hablar de Dios. Algunos han sentido su presencia y otros no, por lo que no nos podemos poner todos de acuerdo sobre su existencia. Pero la creencia es única, indiscutible y merece respeto. Creer se puede creer, cada uno en lo que desee.

Buscar más alternativas que la ciencia, me parece positivo e interesante, pero siempre hay que ir con pies de plomo, porque frente a la ignorancia pueden surgir personas equivocadas que nos confundan.

¿Y quién no nos dice que Dios (el que crea en él) no tenga un plan divino para mejorar la humanidad que viene? Porque ojalá así fuera, ya que la que tenemos actualmente por ahora ha demostrado ser un auténtico fracaso. Sería milagroso y es maravilloso imaginar, sin ningún tipo de racismo, que todas las razas humanas avanzan hacia un mejor hombre, del hombre que piensa al hombre que ama.

Y si algún día todos llegamos a tener todo tipo de percepciones extrasensoriales: telepatía, telekinesis, sanaciones… Si todo el mundo tuviera estas capacidades, lo veríamos como algo normal y nadie se preocuparía por nada. Tal vez así dejaríamos de perder el tiempo inventando cientos de mentiras a nuestra conveniencia, porque sólo con una mirada del otro nos hallaríamos reflejados. Tal vez así sólo se pudiera ver la pureza interna de nuestra alma, desnuda frente al resto, sin ningún tipo de miedos, ni de frustaciones que nos limitaran para manifestarnos como nuestro propio ser dictara en cada momento.

Me defino como “buscadora de la verdad” y sin embargo, pienso que nadie es poseedor absoluto de ella. Me gusta tener cuidado con la vanidad, opino que tan negativo es afirmar rotundamente algo desconocido como negarlo. Entre el negro y el blanco hay muchos grises y es bello ver todo el colorido. No debieran de existir ni los incrédulos ni los crédulos, el equilibrio está en el término medio. En definitiva, tampoco estoy a favor de la caza de brujos.

Pero os aseguro que, si de alguna manera algún día pudiera demostrar la existencia grupal de los “niños índigo” en el mundo que hoy existe, claramente no lo haría, me limitaría a protegerlos.

Finalizo lanzando una llamarada: aquellos que se sientan identificados por completo como “niños índigo”, pueden ponerse en contacto directo conmigo. Garantizo la máxima confidencialidad en aras de protección de su intimidad.

Fdo: Mercedes Gil García.