martes, 29 de abril de 2008

Encontrados virus en tumores de pulmón

Desde hace décadas se conoce la relación entre algunas infecciones y determinados tipos de cáncer. El 20% de los cánceres en el mundo están relacionados con infecciones. Además de la conexión del virus del papiloma humano (HPV) con el cáncer cervical, está el caso de la leucemia infantil, que puede ser activada por infecciones comunes en los pequeños. Las infecciones crónicas ocasionadas por los virus de la hepatitis B y C contribuyen al cáncer de hígado, y la bacteria Helycobacter pylori ha sido asociada con el cáncer de estómago.
En febrero, los investigadores reportaron secuencias genómicas virales encontradas en una forma agresiva de cáncer de piel llamada carcinoma de células de Merkel, aunque aún hay que ver cómo el virus contribuye al cáncer de piel, si es que lo hace. Y algunos han propuesto que una forma similar del “virus del tumor mamario de ratón”, que causa cáncer de mama en ratones, también puede estar asociado con el cáncer de mama en humanos.
Determinar si existe una causa infecciosa de un cáncer puede tener un efecto en las estrategias de tratamiento y prevención. Se ha propuesto el uso extensivo de una vacuna contra el HPV, por ejemplo, para bajar las tasas de cáncer cervical.
Ahora los investigadores han encontrado evidencia de que dos virus comunes pueden estar escondidos detrás del cáncer de pulmón: el HPV, y el virus del sarampión.
Los resultados, que fueron presentados el 25 de abril en la Conferencia Europea de Cáncer de Pulmón en Geneva, Suiza, son preliminares: mientras se han encontrado a los virus asociados a tumores de pulmón, no hay evidencia directa de que los virus estén causando el cáncer. Pero la noción de que un virus pueda contribuir a algunos casos de la enfermedad es plausible, dice Denise Galloway, viróloga dell Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, Washington, quien no estuvo relacionada con los nuevos estudios.
“Hay razones para creer que existen más tumores que tienen un origen viral”, dice Galloway. “Pienso que hay un interés creciente en este campo”.
Aunque por ahora fumar es claramente la causa principal del cáncer de pulmón, identificar otros contribuyentes a la enfermedad puede ayudar a mantener baja la incidencia.
Samuel Ariad del Soroka Medical Center en Beer Sheva, Israel, y sus colegas comenzaron analizando tumores tomados de 65 pacientes con cáncer de pulmón. Ellos encontraron evidencia de proteínas del virus del sarampión en una mitad de sus muestras.
El trabajo provee la primera sugerencia de que el virus del sarampión puede contribuir al cáncer de pulmón, y sigue a previos estudios de Ariad que muestran una posible asociación entre el virus del sarampión y un cáncer del tejido linfático llamado enfermedad de Hodgkin.
Además, Arash Rezazadeh de la Universidad de Louisville en Kentucky y sus colegas hicieron pruebas para determinar la presencia de HPV en 23 tumores de cáncer de pulmón. En cinco casos, las muestras dieron positivas para el ADN del virus. Otros han mostrado una posible relación entre el virus y el cáncer de pulmón, pero, como en este caso, se han basado en tamaños de muestra pequeños.
Fuentes:

sábado, 26 de abril de 2008

El mate

A María Angélica

-¿A usted no se le aparecen los fantasmas?
Me hizo esta pregunta en el curso de una de nuestras apresuradas charlas ciberespaciales. Lo del apresuramiento venía dado por la distancia; nos encontrábamos, aproximadamente, a 10000 Km. uno del otro, con lo cual había una diferencia horaria que dificultaba nuestros encuentros virtuales.
Nos conocimos en un foro, en donde habíamos coincidido y de allí habíamos pasado a una tertulia, para debatir más en directo nuestros puntos de vista. Ya no recuerdo cual fue el motivo por el que le recité unos versos de José María de Heredia:
Et Vous, qui près de lui, Madamme, à cette fète
Peuviez seule donner la suprême beauté,
Souffrez que je salue en Votre Majesté
La divine dont votre grâce est faite!
Luego, la conversación había continuado por otros derroteros, pero yo siempre he pensado que fue la poesía lo que nos encadenó. También recuerdo que habíamos discutido sobre nuestras respectivas edades, los dos disputábamos por ser el mayor y fue en lo único en que logré aventajarla.
Gracias a Internet podíamos comunicarnos en directo, pero como he dicho anteriormente las diferencias horarias nos ponían muchas restricciones, por lo que recurríamos al género epistolar, que por la vía electrónica era instantáneo. Ninguno de los dos teníamos webcam ni micrófonos. Yo me resistía tenazmente, puesto que prefería mantener una buena opinión sobre las personas con las que trataba. Escuchar su voz conllevaba el riesgo de que la entonación o el énfasis con que a veces se dicen las cosas delatara la vulgaridad de la persona con quien se hablaba. Claro que en el intercambio escrito también podía suceder, pero se tarda más en escribir que en hablar, por tanto, las parrafadas son más cortas, y uno podía tardar en darse cuenta, con lo cual la compañía resultaba grata durante un período más largo de tiempo. Cuando uno ya tiene cierto número de años empieza sin querer a fijarse en las cosas por pura inercia y ya sabe porque tiene experiencia suficiente a quien se le puede conceder el beneficio de la duda y quien se ha abrazado a la ordinariez para el resto de sus días.
El ciberespacio cada día me atrapaba más. Me estaba resultando un lugar acogedor y lleno de posibilidades. Sin moverme de casa podía encontrar personas con gustos similares en los lugares más alejados. Por otra parte, uno aquí podía volcar únicamente lo más importante de sí mismo, es decir, el modo de ser, que es la lucha que realmente vale la pena en esta vida. Uno mostraba su modo de ser, sus ideas y opiniones, y su modo de reaccionar, y quedaba fuera del alcance del mundo cibernauta lo accesorio, las circunstancias que en el mundo real es en lo que más se fija la gente.
Y a esto había que añadir la funcionalidad práctica, por la gran cantidad de información a la que se puede acceder. Y pensaba que debería ser más asequible, para que todo el mundo se pudiera beneficiar. Podría ayudar a mucha gente a aliviar su soledad. Ella escribía muy bien, yo, que era un ávido lector de libros, admiraba su capacidad de fabulación y la facilidad con que sabía describir las cosas. Solía recrearme con sus cartas, que a menudo releía.
Ignoraba lo que ella podía ver en mí y me asombraba seguir recibiendo correo suyo, que yo correspondía con la mayor rapidez, intentando por todos los medios estar a su altura, cosa que no pasaba del intento.
-No, no se me aparecen. Debo de resultarles muy aburrido. Yo vivo de realidades y las realidades de mi vida me abruman- le respondí-. Mi amiga vivía cerca del trópico, y yo me la imaginaba entre frondosidades -me fascinaban las frondas- y aves de colores. La vida exuberante y chillona, así me imaginaba yo aquella zona, me atraía, acaso para compensar mi sosería y mi escasa capacidad ensoñadora. Ella hablaba del sofocante calor húmedo y las molestias causadas por parte de algunos integrantes del minúsculo -y no tan minúsculo- reino animal. Cuando me vio ante ella no se inmutó. Tomaba mate, sentada bajo un gran gomero, en donde se escondía del sol. Vestía ropa veraniega y se notaba enseguida que era una dama distinguida. El mate le calentaba el alma y su preparación y consumición constituía todo un ritual, que ayudaba a reforzar sus efectos. No me ofreció, acaso consciente de lo irreal de nuestra situación y, tal vez por el mismo motivo, eso no me sorprendió, a pesar de su exquisitez y de la amistad que me demostraba.
Sus ojos denotaban tanta energía como había previsto, mirando dentro de ellos uno se encontraba con la amabilidad tantas veces demostrada, y su rostro resultaba francamente agradable a la vista. Hablamos, o tal vez meditamos al unísono, sobre el sino de los fantasmas. Yo hablaba del eterno vagar sin rumbo ni motivo. Y de lo frustrante que resultaba ver lo que iba a ocurrir, sin poder hacer nada por evitarlo. Sin sentir tampoco alegría ni tristeza. La inmutabilidad se hacía extensiva en cuanto a la grosería o la distinción, que eran percibidas, pero sin ningún atisbo de agrado o desagrado. Para ella, en cambio, el mundo espectral estaba lleno de ventajas.
Los fantasmas descansaban en un paradisíaco lugar y acudían de vez en cuando a visitar a sus seres queridos cuando éstos necesitaban de su compañía. Los fantasmas tal vez existían porque los seres humanos los imaginaban, o puede que éstos los imaginaran debido a que existían realmente; éste era un punto en el que nos detuvimos, quizás tontamente, puesto que era imposible llegar a ninguna conclusión válida y comprobable y la única explicación que se me ocurre es que por alguna extraña razón nos gustaba hablar de ellos. Creo que le dije que morir es como regresar al lugar que se añora y que acaso existieran fantasmas de los dos tipos. Sentado ante mi ordenador iba leyendo la prensa mundial, o acaso investigaba algunas novedades en alguna materia. Un día al abrir el correo, me encontré un e-mail de mi amiga. Me enviaba una fotografía, en la que ella estaba tomando mate bajo un gomero, era exactamente la imagen que recordaba, vestida con la misma ropa, y en el texto me hablaba de la naturaleza de los fantasmas y de nuestros diferentes modos de ver el asunto. Yo ya había olvidado por completo esa escena, que ya no recordaba cuanto tiempo hacía que se había producido y ahora con la fotografía delante se me aparecía de nuevo con plena nitidez.
Publicado en el Escaparate de obras de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.


Didáctica y tecnología

Que el mundo cambia es algo que todos sabemos ya a estas alturas. Pero aún así, no deja de ser sorprendente lo que se nos viene en cima, si es que somos capaces de aprovecharlo positiva y constructivamente.

La enseñanza y el aprendizaje están llamados a evolucionar y enriquecerse de los nuevos avances técnicos. Para muestra, un par de botones.


Lo que se ve en este vídeo es una demostración del programa Phun 2D - The physics sandbox. Si quieres saber más, pincha con el ratón aquí.


El segundo ejemplo muestra lo que podría ser el principio del fin del gran clásico de la enseñanza: la pizarra y la tiza.



Como se ve, las posibilidades sólo quedan limitadas por la imaginación. Podría llegarse incluso al caso de enviar por correo electrónico la explicación en formato de pizarra de una clase de física o matemáticas, por ejemplo.
______ Si quieres saber más, pincha aquí.

YouTube e iniciativas similares ya han abierto un mundo nuevo de posibilidades.

jueves, 24 de abril de 2008

¿El toque femenino?

Algún malpensado dirá que ya se nota el toque femenino dentro del Ministerio de Defensa. Otros diremos que es sólo una muestra de que algunos trabajadores no hacen honor al nombre y algunos funcionarios nada.

http://www.marca.com/edicion/marca/corporativo/es/desarrollo/1115837.html

Un saludo, Domingo.

miércoles, 23 de abril de 2008

22 de abril: Día de la Tierra

Hoy, 22 de abril, se celebra el Día de la Tierra. La conmemoración de esta fecha tiene su origen en una protesta ciudadana en 1970 y dio lugar al nacimiento de un movimiento planetario por la protección de la naturaleza y el medio ambiente. El Día de la Tierra se celebra en todo el mundo con el fin de crear sociedades más respetuosas con su entorno.La Carta de la Tierra / Autor: Archivo Scouts de Melilla se ha unido a esta celebración ofreciendo un recurso audiovisual de 17 minutos de duración en formato vcd a los centros de educación secundaria de nuestra ciudad. Es un vídeo adaptado y elaborado por nuestra asociación que pretende acercar a los jóvenes un documento propuesto en 1992 con ocasión de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro denominado La Carta de la Tierra, una declaración de principios fundamentales que tiene el propósito de formar una sociedad justa, sostenible y pacífica en el siglo XXI. Busca inspirar en los pueblos un nuevo sentido de interdependencia y responsabilidad compartida para el bien de la humanidad y las demás especies que habitan la Tierra. "Todos somos conscientes de los daños que estamos provocando con el modelo de desarrollo en nuestro planeta. La destrucción de la capa de ozono, las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero, la contaminación de mares y océanos, los procesos de desertificación y las hambrunas severas que asolan a algunos países… son algunos de los motivos por los que tenemos que unir nuestras fuerzas el día 22 de abril de todos los años para celebrar el Día de la Tierra, un día que nos preocupa a todos", señala la organización.

Fuente: http://www.infomelilla.com/noticias/index.php?accion=5&id=2588

domingo, 20 de abril de 2008

Henri Michaux

Lo maravillosamente normal.
Desorientaciones

Desearía desvelar lo «normal», lo desconocido, lo insospechado, lo increíble, la enormidad normal. Lo anormal me lo ha dado a conocer. Lo que ocurre, la prodigiosa cantidad de operaciones que a lo largo de la hora más apacible llega a realizar el hombre más vulgar, sin apenas darse cuenta, sin prestarle la menor atención, como un trabajo rutinario que sólo le interesa por su rendimiento y no por sus mecanismos, sin embargo maravillosos, bastante más maravillosos que esas ideas de las que tanto se enorgullece, y a menudo tan mediocres, manidas e indignas de ese aparato fuera de lo corriente que las descubre y las maneja. Desearía desvelar los mecanismos complejos que hacen que el hombre sea, ante todo, un operador.

Un buen día, en el cine, después de haber tomado hachís, mientras seguía en la oscuridad una película anglosajona, empezó a formarse en mí una carencia desconocida, extraña, desagradable, que no tardó en hacerse intolerable: no lograba saber, por más esfuerzos que hiciera por dar con ello, en qué ciudad del mundo me encontraba. Como esa necesidad excedió, por fin, mi goce y mi paciencia, acabé por salir. Afuera no había más que París, París, la orilla izquierda, y eso era todo. ¿Debía entrar de nuevo en el cine? Dudé. Renuncié a ello. Enfrentarme de nuevo a aquella negrura sin jalones no me convenía. Sin duda había vuelto a dar con la situación. Parte de la situación. Por momentos, la situación; pero de modo inasequible, irregular, la volvía a perder de diez, de cien modos distintos. ¿Qué ocurría? Me encontraba desorientado. ¿Qué quiere decir? Desordenadamente desorientado por desorientaciones múltiples, incesantes, incesantemente diferentes, imprevisibles; abrumado por interrupciones de orientación. Era obligado reconocerlo: desde que había nacido había dedicado la mayor parte del tiempo a orientarme.

Obligatoriamente alerta, golpeado sin tregua por los estallidos, los choques, las llamadas que desde todas partes señalan, advierten, alertan, desde siempre había deseado, como cualquier hombre, analizar la situación, analizarla varias veces cada segundo, y volver a analizarla, como un navío en medio de lo extraño, de la extranjería, obligado a esas indispensables operaciones para mantenerme en un estado de conocimiento de la situación indefinidamente cambiante.

Es en esto en lo que se ocupa la inteligencia, de modo capital y prioritario, y no en lecturas, estudios, exámenes. No acababa de creérmelo. Había sido un adormecido y un soñador que, sin saberlo, simultáneamente, había estado prodigiosamente alerta y rápido. Perezoso y quimérico, no por ello había sido menos diligente, e indagador, y hurgador, y explorador. Todos lo somos. ¿Cómo es posible?

Al igual como el estómago no se digiere a sí mismo, porque es importante que no se digiera, el espíritu también está hecho de tal modo que no es capaz de percibirse a sí mismo, de captar directamente, constantemente, su mecanismo y su acción, pues tiene otras cosas que percibir.

Yo había precisado de la perturbación insidiosa de una droga, gracias a la cual «eso» se había detenido, para permitir que, por fin, a edad ya avanzada, percibiese verdaderamente, experimentalmente una función tan importante, casi omnipresente, y su incesante acción que acababa de cesar. Ese abismo de inconsciencia cotidiana, súbitamente descubierto, desconcertante, y que jamás iba a poder olvidar, me advertía que debía buscarla en otras partes, ya que era, también, omnipresente, al extremo que casi se podría decir que el pensar es inconsciente. Y sin duda lo es un 99%. Una centésima de consciente debe bastar.

Microfenómeno por excelencia, el pensar, sus múltiples influencias, sus múltiples y silenciosas micro-operaciones de dislocamiento, de alineamiento, de paralelismos, de desplazamientos, de sustituciones (previas a alcanzar un macropensamiento, un pensamiento panorámico) escapan y deben escapar. Sólo pueden ser seguidas, y excepcionalmente, bajo el microscopio de una atención desmesurada, cuando el espíritu monstruosamente sobrexcitado, por ejemplo bajo el efecto de una fuerte dosis de mescalina, modificado su campo, ve sus pensamientos como partículas, que aparecen y desaparecen a velocidades prodigiosas. Entonces es cuando capta su «captar», estado que, de hecho, se halla fuera de lo ordinario, espectáculo único, y don que el drogado, sin embargo, llevado por otras maravillas y por gustos nuevos, por juegos del espíritu de los que anteriormente habría sido incapaz,apenas sueña con aprovechar.

Esta revelación singular, sin embargo, no pertenece a la categoría de las revelaciones capaces de convencer de inmediato a aquellos a quienes es relatada, a pesar, y tal vez a causa, de su excesiva y aparente evidencia, que puede resultar sospechosa. En ocasiones, el mismo ex-visionario, después de volver a la norma, después de esa conciencia tan viva de «eso» de la que sólo resta algo totalmente imperceptible, ya no sabe qué pensar.

Por fortuna esta manifestación reveladora no es la única. La droga, de muchos otros modos, con gran variedad de maneras, desenmascara al traidor, descubre, desvela las operaciones mentales, añadiendo conciencia allá donde no existía y, paralelamente, quitándola de allí donde siempre había estado presente, sorprendente juego de cajones que precisan, según parece, que unos se cierren para que otros se abran. Estos múltiples funcionamientos, normalmente ocultos, y que entonces pasan a ser detectables, son los que constituirán, de aquí en adelante, el objetivo de mi búsqueda -en frío. Necesito volver a encontrados, sin duda modificados, pero no totalmente, utilización de un mismo instrumento que no puede ser tan diferente.

Conscientes o no, deben hallarse ahi las microinvestigaciones, los micro-manejos, las micro-etapas, verdadero tejido del espíritu. Siento una especie de deber por reunirme con ellos. Jamás, jamás podré subrayar bastante el lado modesto, instrumental, del espíritu, su trabajo de obrero, después de haberlo conocido a punto de caer averiado, escapándoseme por zonas que, juntamente con otras zonas que empezaban a despertar, vigilaba a duras penas, y se me escapaba aun más de otro modo cuando, maravillosa pero peligrosamente activo, se desbocaba.

¿Qué podía hacer antes (cuando estaba normal) que no pudiese hacer después (en el estado anormal) y que, vuelto de nuevo a la normalidad, podía volver a hacer, y que, así, sucesivamente, decenas y decenas de veces he podido hacer, he dejado de poder hacer o he tenido facilidad y luego extrema dificultad en hacer? He aquí el examen que me propongo, imperfecto, desde luego, pero indispensable.

Además de mi propia experiencia, me ayudarán, apoyos y constantes puntos de comparación, aquellos quienes han conocido el espíritu en su condición lamentable y quienes, de modo más general, han tenido graves dificultades con él -dificultades muy comprensibles.

Al igual que el cuerpo (sus órganos y funciones) fue principalmente conocido y desvelado, no gracias a las proezas de los fuertes, sino gracias a los conflictos de los débiles, de los enfermos, de los tarados, de los heridos (puesto que la salud es silenciosa y fuente de esa impresión inmensamente errónea de que todo es miel sobre hojuelas), así también las perturbaciones del espíritu y sus disfuncionamientos serán mis maestros. Más que el demasiado excelente «saber pensar» de los metafísicos, lo que verdaderamente está llamado a «descubrirnos» son las demencias, los retrasamientos, los delirios, los éxtasis y agonías, el «ya no saber pensar».

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(Extraído de "Las grandes pruebas del espíritu (y las innumerables pequeñas) ", ed. Tusquets, col. Marginales, trad. Francesc Parcerisas)

jueves, 17 de abril de 2008

Desde el infierno

Deben de ser casi las 10 de la mañana. Digo "deben" porque no he traído reloj. Ni nada. Solo tengo en la mano mi DNI. Estoy vestida con una falda de tres tiempos, un polo sin mangas y un par de sandalias sin taco, según lo indican las reglas. Se acerca una mujer policía y me pide que estire el antebrazo derecho para estampar un sello redondo ilegible y con un plumón negro de punta gruesa, ya gastado por el uso, me escribe en la piel que soy la número 227. Sí. Y es que estoy en medio de la fila para entrar a la cárcel de mujeres. He venido con una amiga a visitar a alguien que por azar del destino y la tragedia cayó abruptamente en este submundo surrealista que puedo describir mejor si a la par imagino "El grito" de E. Munch.
Durante las siguientes horas me dispongo a ser una rea más porque así es como me siento y como se desenvuelve todo. He salido de mi burbuja para entrar en un lugar desconocido y hostil. Estoy de pie, afuera del penal, casi pegada a una sucia pared que si pudiera hablar seguramente nos contaría muchas tragedias. Me veo rodeada de todas estas mujeres a punto de ingresar a visitar a sus madres, hijas, hermanas, parientes, amigas... así, como yo. Aquí no existe cada una ni cada cual. Todas somos iguales.
Vamos entrando, de veinte en veinte. A este paso, calculo que tardaremos un poco más de una hora. Por fin se abre el portón metálico, entramos a una cancha que ya está copada de gente. Una policía nos ordena ahora que estiremos el brazo izquierdo para estamparnos otro sello redondo más grande, con un tampón cuya tela debe haber sido estebada muchas veces con tinta negra sacada de sabe Dios dónde y esta vez me mancha buena parte del antebrazo. El lugar no puede ser más deprimente. No ha pasado una mano de pintura por aquí desde hace mucho tiempo y la suciedad está presente en todos lados.
Llego a la "mesa de partes" que no es otra cosa que un tablón largo dividido en dos filas. Me acerco para llenar una ficha con mis datos personales y el nombre de la persona a la que voy a visitar, entregando mi DNI. La policía "recepcionista" vuelve a pedirme que estire el brazo izquierdo para que pueda anotar, esta vez con lapicero, el número de la casilla donde guardará mi identificación hasta la salida. Me doy cuenta de que acabo de convertirme en lo que siempre he detestado ser: un número más. Ahora soy la "80-B".
Estoy casi a punto de terminar las revisiones porque no he llevado nada para mi amiga; de lo contrario, tendría que haber hecho una nueva cola para que revisen cada alimento minuciosamente, oliendo y apretando la fruta, manoseando el pan, destapando y oliendo gaseosas, metiendo un palo de tejer dentro de las botellas de yogurt para verificar que no haya drogas, armas... En fin, recién estoy reconociendo el terreno y me siento algo tonta cuando pregunto a cuanta mujer me mira, cómo son las cosas por aquí.
Me toca la temida revisión personal. Entro en uno de los tres apartados malamente improvisados, hechos de triplay desgastado por el paso de los años, muy sucios por la ausencia de agua y detergente, que se cierran con una manoseada cortina roja. La policía procede a verificar con sus manos que no haya llevado nada dentro de mi ropa ni adherido al cuerpo. Al parecer, tengo suerte porque el procedimiento no me causa ninguna humillación personal y a los 15 segundos paso a formar la última fila para ingresar por fin al patio de visitas.
He perdido la noción del tiempo. Normalmente calculo bien la hora pero esta vez soy incapaz de hacerlo. No sé cuánto tiempo puede haber pasado... Deben ser las 11:30 de la mañana.
Entramos al corredor que nos lleva a nuestro destino. No puedo negar que me siento como si estuviera caminando hacia el cadalso, pero los nervios no me pueden traicionar porque mi angustia no les deja lugar. Aparece un gran patio lleno de mujeres de todas las razas, edades, colores, expresiones y sentimientos. Muchas están conversando con sus visitas sentadas alrededor de mesas de plástico blanco que tienen un hueco en el centro, hecho a la mala para poder colocar unas sombrillas azules de vieja armazón aunque más o menos limpias, a decir verdad. Otras, simplemente conversarán paradas porque no llegaron a tiempo para "comprar" un sitio.
En ese patio, todo servicio cuesta uno o dos soles. Pienso: "felizmente no es mucho dinero para comprar un poco de dignidad", pero luego me pongo en el lugar de aquellas presas que no tienen ese sol ni alguien que las visite ningún miércoles, sábado o domingo, y me vuelve la angustia. ¿Cómo vivir presa y dignamente en un lugar así? Hay talleres de artesanías y manualidades que les permiten olvidar por un momento sus penas y rebajar el tiempo de sus condenas. Imagino que si venden lo que ellas hacen, podrían agenciarse unos soles para no tener que tomar sopa aguada todas las noches y comer algo más agradable, por decir lo menos.
Previamente instruidas, le pedimos a una "llamadora" que ubique a nuestra amiga. Pega un grito destemplado con su nombre y la encuentra de inmediato. Ella nos mira con incredulidad. Nos abrazamos. Mientras tanto, la diligente llamadora nos consigue un par de sillas y una sombrilla azul para que podamos sentarnos a conversar con ella bajo el sol abrasador. Lo que sigue a continuación lo dejo en el ámbito de la privacidad.
Llega la hora de irnos. Nos despedimos porque van a ser las 12:30 de la tarde y si perdemos ese turno de salida no podremos retirarnos hasta las 2, porque una vez que has entrado al penal eres un número más y pase lo que pase, deberás permanecer en el recinto hasta que las supervisoras abran el portón, lo que ocurre cada tres horas y media. No hay lugar a claustrofobias. Las visitas empiezan a las 9 de la mañana y terminan a las 4 de la tarde, hora de la tercera y última salida.
Volvemos a hacer fila para salir del patio de visitas. El sol inclemente de Lima se niega a darse cuenta de que ya estamos en otoño y nos agobia. Nos encierran en un segundo patio donde esperamos media hora más para que nos trasladen hacia el corredor por donde ingresamos. Esta vez nos forman en tres filas. Las de la izquierda y derecha se sientan en bancas pegadas a la pared; a nosotras nos toca la fila del medio y con resignación esperamos de pie otra media hora para que abran la reja que nos llevará al portón inicial que habrá de llevarnos al mundo del cual salimos para entrar en este infierno. Llego a casa a las 2 de la tarde.
Solidaridad. Algo que va más allá de esta sordidez y me hace libre. Es impagable el valor de un abrazo sincero.
Volveré a visitarla una vez al mes.


Lima, 16 de abril de 2008
Marisol O'Connor

martes, 15 de abril de 2008

Un empresario sube el sueldo a sus empleados tras comprobar que era demasiado bajo

El director de una fábrica italiana de pasta, Enzo Rossi, decidió subir el sueldo a sus empleados tras intentar fallidamente vivir él y su esposa con el nivel económico que tenían sus trabajadores.
______ De la noticia, es de destacar también la siguiente afirmación del empresario: «La plusvalía generada de la transformación de la harina y de los huevos debe dar también beneficios a los agricultores que me dan la materia y a los trabajadores de la fábrica».

Si quieres leer la noticia entera, pincha con el ratón aquí.

Como los buenos rockeros

Parece que como los buenos rockeros, "Il Cavaliere" nunca muere:

http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/europe/7347618.stm

Un saludo, Domingo.

lunes, 14 de abril de 2008

Ecologismo moderno

Siempre se ha dicho que el mar es la gran depuradora y desde tiempos inmemoriales le hemos arrojado todo lo que no nos servía y normalmente con pocos problemas de conciencia. Ahora en NY está pasando lo mismo y no sólo con pocos problemas de conciencia sino con el beneplácito de los ecologistas.

http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/americas/1511605.stm

Una vez leído el artículo sólo me queda pensar ... ¿habré ido yo en alguno de esos? :-D.

Un saludo, Domingo.

miércoles, 9 de abril de 2008

Hombre que recibió corazón de suicida se quitó la vida de la misma manera

Un hombre identificado como Sonny Graham, que recibió el corazón transplantado de una víctima de suicidio se quitó la vida de la misma manera, informó hoy la prensa internacional. Graham se había casado con la viuda de su donante, Terry Cottle.

Tras recibir el transplante hace doce años, Sonny comenzó a escribirle cartas a la viuda de Cottle luego de conocer la identidad del donante. Luego se casaron.

La policía de Vidalia, Georgia, informó que Graham se quitó la vida disparándose en la garganta con una pistola; en 1995 su donante se suicidó disparándose en la cabeza. La viuda, enfermera de profesión, está sorprendida por lo bizarro de los acontecimientos.

A Sonny Graham le habían dado menos de seis meses de vida cuando recibió una llamada de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur informándole que un corazón estaba disponible, el de Terry Cottle. Ese mismo día fue operado.

Él no conocía la identidad del donante, pero un año después contactó con la agencia de donación para agradecer a la familia por lo que consideró el regalo de la vida. Los amigos de Graham aseguran que él no presentaba ningún signo de depresión.

En esas circunstancias comenzó a escribir a la viuda, Cheryl, madre de cuatro niños. Posteriormente se conocieron, se casaron y se mudaron a Georgia.

domingo, 6 de abril de 2008

Invitación Araña editorial


Queridos amigos.
Tengo el gusto de invitaros a la presentación de un nuevo reto de Araña editorial.

Memorias íntimas de Aquilino el amoroso son los criterios satíricos de un librepensador sobre la sociedad actual, en los que nos muestra como esa sociedad manipuladora nos lleva a una forma de vida falsa y dramática, por lo tanto su pensamiento se convierte en políticamente incorrecto.

El autor aún sabiendo que vive de espalda a la realidad apuesta por difundir lo que él llama una Utopía.

Como veis presento el libro… me gustaría veros en este acto en el que sin duda me ofreceréis apoyo y afecto. A los que vivís en países lejanos os pido un soplo de aire fresco.
Soy consciente de que el individualismo es el territorio salvaje donde se anula al más bello país, Utopía, del que estamos tan necesitados, por eso os hago participes de mi nueva andadura

Recibid un gran abrazo y mi cariño.
Julia De la Rúa
http://www.aranyaeditorial.com/