domingo, 23 de marzo de 2014

Experiencias cercanas a la muerte [2]




Experiencias cercanas a la muerte [2]



La vida que vivimos es tan exigente que lo urgente conquista a lo importante. Esta entrada pretende ayudarte a tomar una pausa para, con la excusa de acudir a un tema interesante y atractivo con el que quizás no estés inicialmente de acuerdo, reflexionar sobre la vida misma.

Supongamos por un momento que, efectivamente, esta vida fuera sólo un tramo de un trayecto mucho mayor. Un trayecto que quizás no haya tenido principio y que quizás también carezca de final. Supongámoslo por un momento.
  • ¿Tiene sentido dedicar esfuerzo a recopilar ganancias materiales que vayan más allá de lo que son nuestras necesidades vitales de desenvolvimiento y desarrollo de proyectos personales?
  • ¿Son los criterios de “competitividad” criterios acertados en este contexto?
  • ¿Qué es lo que permanece cuando un tramo de la vida finaliza?
  • ¿Tenemos bien diseñada nuestra sociedad? ¿Y la educación? ¿Es posible pasar este aspecto por alto?
  • ¿Es nuestro estilo de vida compatible con esta suposición? ¿Sería mejorable en algún sentido? ¿Qué significaría el “ser mejorable”?
Dejemos ahora de hacer esta suposición.

¿A qué se deberá que las opiniones de personas cultivadas e inteligentes abarquen un amplio espectro de lo posible siendo, en algunos casos, posiciones casi opuestas?



1. Jornadas sobre la muerte (Mayo 2012). Uned Dr. José Miguel Gaona - Experiencias extracorpóreas.

El Dr. José Miguel Gaona Cartolano relaciona Experiencias Extracorpóreas con Experiencias cercanas a la muerte (ECM) diferenciando la diversa tipología que existe al respecto y desentrañando cómo pueden llegar a generarse.

Su conferencia fue realizada en la UNED (Madrid) el 3.5.12
Coordinadores: Dr. José Miguel Gaona Cartolano (Director de Neurosalus) www.neurosalus.com
Dr. Pedro Juez




2. Jornadas sobre la muerte (mayo de 2012). Mesa redonda ECM

Jornadas sobre la muerte (Mayo 2012). Mesa redonda ECM
Su conferencia fue realizada en la UNED (Madrid) el 4.5.12
Coordinadores: Dr. José Miguel Gaona Cartolano (Director de Neurosalus) www.neurosalus.com
Dr. Pedro Juez




3. José Miguel Gaona, Al otro lado del túnel 14-12-2012

¿Qué hay antes y después de la muerte? ¿Una intensa luz nos muestra siempre el camino? ¿Todos atravesamos un largo túnel para volver a la vida? ¿Qué vemos desde allí y qué sentimos? ¿Con quién nos encontramos?
         Desde una aproximación divulgativa pero de carácter científico, el psiquiatra José Miguel Gaona nos explica en las páginas de este interesante libro en qué consisten las experiencias cercanas a la muerte (ECM). Con numerosos testimonios de personas creyentes y no creyentes que han sufrido el llamado «efecto túnel», analiza cuáles son los elementos que forman parte de este viaje de ida y vuelta: los sonidos de la muerte, la luz, los viajes astrales, las visitas de familiares anteriormente fallecidos...
         Como afirma en el prólogo Raymond Moody --autor del exitoso Vida después de la vida-, «los investigadores de todo el mundo comienzan a descubrir que las profundas experiencias espirituales de los moribundos resultan difíciles de explicar». Y en palabras del Dr. Gaona: «Lo que nos estamos jugando al intentar comprender en qué consisten las ECM no es solo si existe vida más allá de la presente, sino también si podemos entender los complejos modelos de conciencia, incluyendo la percepción sensorial o la memoria, ya que estos procesos podrían estar enfrentados a los conocimientos actuales de la neurofisiología».






4. Entradas relacionadas

  • La eternidad de la vida [enlace].
  •  Experiencias cercanas a la muerte [enlace].
 
 

martes, 11 de marzo de 2014

Un suceso imaginario

Andaba Juan por la calle, solo, cuando vio a un conocido suyo al que hacía años que no trataba. Éste era rico. Sus apellidos le vinculaban a dos de las familias tradicionalmente más acomodadas de la ciudad. Sus antepasados habían tenido gran importancia en la vida valenciana. Él, en cambio, era muy poca cosa, física y moralmente. Sólo su cartera le permitía destacar.
Estaba celebrando algo con unos amigos en la calle. Puesto que era tiempo de fallas y hacía buen tiempo, les apetecía hacerlo ahí. Habían improvisado una mesa con un tablero rectangular y unos caballetes. Se percató de la presencia de Juan y le invitó a sumarse a la celebración. Juan superó su inicial extrañeza y decidió aceptar. Los seis o siete amigos que componían el grupo, todos hombres, vestían como al descuido, pero con ropas evidentemente caras. De su conversación podía deducirse que todos trabajaban en las altas finanzas y Juan pensó que posiblemente todos ellos ganaban en una semana más que él en un año. Pasaron a hablar de un amigo de ellos ausente, al que se notaba que admiraban. Acababa de cerrar una operación de muchos millones de euros. Uno de ellos, alto, mediría alrededor de 1,85, espigado, fibroso, de ojos azules y cabello castaño claro con rizos, se volvió hacia Juan, para decirle, refiriéndose al ausente:
- Todo lo que toca lo convierte en oro.
Y de pronto se puso a mirar abiertamente el oído izquierdo de Juan, inclinando y todo el cuerpo para ello. Había descubierto que usaba audífono y sonrió demostrando que el hallazgo le había complacido. Tenía la boca pequeña y los dientes grandes. Sin decir una palabra más, dio la espalda a Juan y se reintegró al grupo.
Juan miró la mesa en la que quedaban dos grandes bocadillos de carne a la plancha, que ya no interesaban a nadie y a él tampoco le apetecían. Pensó en beber algo, pero el vino y la cerveza se habían acabado y sólo quedaba un refresco de naranja y un botellín de cola. Le comentó al anfitrión que no había vino ni cerveza y éste le respondió que en cualquier bar de la zona habría.
Juan optó entonces por seguir su camino y lo hizo sin que nadie se percatara de que se iba, ni lo echara en falta, y a él lo sucedido tampoco le afectó mucho, ni le vino de nuevas.

viernes, 7 de marzo de 2014

Manuel Lacarta, maneras de decir

Hay personas que tienen un estilo al hablar, una manera peculiar de decir las cosas y quizá eso denote su condición de poetas. Manuel Lacarta se refería a las célebres tertulias del Café Gijón y lo hacía de esta manera:
- Había quien gozaba de una posición económica más desahogada y pedía dos cafés, cosa que era vista como una ofensa por quienes vivían con más penurias.
O esta otra anécdota:
- Fulano de tal (no recuerdo que nombre dijo) llegaba a las cuatro, pedía un café con leche y a las seis y cuarto, que ya se había terminado su café con leche, se iba.
Lo contaba en La Casa del Libro, en un acto organizado por la Editorial Araña, en el que además del citado Manuel Lacarta intervinieron Rafa Marí, que tiene un gran recorrido en el mundo del periodismo, con algunos pinitos transgresores en tiempos pasados; Julia De la Rúa, que pinta, escribe prosa, escribe poesía y da vida a los sueños; Javier del Rey, que lo mismo escribe libros académicos que otros más divertidos; Vicente Clavero, periodista de esos que saben mucho de muchas cosas, y a veces escriben libros en los que cuentan algunas de las que se han ido enterando durante el ejercicio de su labor; Antonio Espejo, que sabe tanto de Valle Inclán que hasta se le parece; Víctor Beato creo que no tiene nada de beato, sino que más bien parece lanzado a la fama; Fita Fernández vive la poesía de un modo casi religioso; también intervine yo, para dar algunos detalles de '1978. El año en que España cambió de piel', que se publicará en abril.
Con respecto a Manuel Lacarta, me permito transcribir un fragmento de su 'Al sur del norte', uno de los poemas de 'Así es la vida', que a su vez forma parte de 'Otoño en el jardín de Pancho Villa':
[…] Todo el dolor y la miseria anidan en la mirada
de la gente que nos ve y nos mira nos mira
y no nos ve nunca porque somos a sus ojos
seres insignificantes con recursos poderes
para desatar la crisis en los ministerios [...]

sábado, 1 de marzo de 2014

El invierno que se va

Se nos va un invierno que, al menos en la ciudad de Valencia, este año no ha querido presentarse, aunque tampoco cabe confiarse, puesto que podría hacer de las suyas por fallas, como ha ocurrido alguna que otra vez.
Por el momento se echan de menos esas caras ateridas de frío y el gesto encogido por las calles. Y también que alguno quiera presumir: Hace unos pocos años, dos o tres, un día en que el termómetro marcaba cuatro grados centígrados vi a un joven en manga corta, que no demostraba ningún tipo de sufrimiento por ir de este modo.
En invierno las rosas no están, pero eso no significa que hayan desaparecido. Simplemente, están recobrando fuerzas, a la espera de que llegue su hora y puedan regalar al mundo su belleza y su aroma. Todo es bueno en las rosas. Quien se pincha es porque quiere.
Pero John quiere que hable de las cosas pequeñas y Salvador me sugirió que dedicase mi atención a la ameba. No se me ocurre nada acerca de las amebas, pero veamos lo que dice Cervantes de los mosquitos, que tampoco son muy grandes: Suele ofender más un mosquito de lo que puede favorecer un águila. De todos modos, tampoco hay que maldecir a los mosquitos. Gracias a ellos, y hasta hace pocos años, yo veía planear a las golondrinas.
Los mosquitos son pequeños y a las rosas les llegará su momento, sin embargo el invierno no llega y su tiempo se acaba. Pablo Neruda lo dijo así en su Jardín de invierno: pertenezco a la tierra y a su invierno. Manuel Machado terminó su poema La canción de invierno con unas recomendaciones: Encendamos la lámpara en los propios altares.../y tengamos, en estas horas crepusculares,/una mujer al lado, en el hogar un leño...,/y un libro que nos lleve desde la prosa al sueño. Juan Ramón Jiménez, en su Canción de Invierno, también piensa en los pájaros: Yo no sé dónde cantan/los pájaros (cantan, cantan),/los pájaros que cantan.