sábado, 25 de diciembre de 2021

Tengamos la navidad en paz

 

Es correcto dudar de la existencia de Dios, puesto que no hay ninguna prueba fehaciente de ello, y es lógico que así sea, puesto que si se hubiera mostrado abiertamente todo el mundo se comportaría de modo correcto y ser buena persona no tendría mérito. Serlo sin saber si habrá o no premio al final sí que lo tiene. Hay que tener en cuenta algo que olvida la mayoría y es que para ser buena persona hay que hacer un considerable esfuerzo. Una cosa es ir a misa y decir ‘soy creyente’ e incluso rezar sin parar y otra ser buena persona.

Los hay que no es que tengan dudas sobre la existencia de Dios, es que no desean que exista y eso es otro nivel. A mí no me preocupa la existencia o inexistencia de la divinidad, como tampoco les preocupaba a los anteriores a la venida de Cristo.

Hay una pregunta que peregrina por ciertas mentes y que viene a ser la siguiente: ¿Cómo sabes que Dios es bueno? Pues porque existen el bien y el mal, y este último se le adjudica a Satanás. Por ahora, porque yo he tenido que lidiar con unos cuantos capaces de ponerle los pelos de punto, algunos de los cuales deben de estar disputándole el cetro del infierno. Y otros lo harán cuando lleguen.

El infierno no existe, dicen. Pues no lo sé, como tampoco sé si existe el cielo. Nadie debería hacer afirmaciones categóricas sobre estos extremos, dado que la duda es muy saludable. Evita trastornos mentales. O eso creo. Tengo la impresión de que la duda es insoportable para ciertas personas cuya actividad cerebral no cuenta con bases firmes y que precisan de enemigos a los que torturar o atacar con saña, para lo cual necesitan la certeza de que lo que hacen está bien.

¡Feliz Navidad!

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