Al contrario que la Biblia, que tiene muchos, el Corán sólo tiene un autor, alguien que se dio cuenta de las posibilidades que ofrece la religión para manipular y dominar a las masas. Posteriormente, otros despabilados aprovecharon su ejemplo y con el mismo fin inventaron más religiones.
La cuestión es que algunos de los autores de la Biblia fueron geniales, puesto que demostraron un extraordinario conocimiento de la condición humana.
Hay que partir de la base de que la misión del cerebro no es mostrarle la verdad a su dueño, sino ayudarlo a sobrevivir, por cuyo motivo le presenta las cosas del modo que más le conviene. Por tanto, para descubrir la verdad hay que obligar al cerebro a buscarla y aquí empiezan a aparecer las dificultades. Cuando el interesado sufre algún grado de narcisismo es difícil que lo consiga, porque evidentemente esa no es su prioridad. Si el narcisismo es patológico la verdad pasa a ser una cosa molesta.
Pero no es el narcisismo el único dique con el choca la verdad. La cobardía también viene a ser un muro infranqueable, porque para enfrentarse a la verdad cara a cara hay que tener mucho valor. Y tampoco hay que olvidar a quienes han sucumbido al egoísmo, la envidia, la soberbia u otros vicios. No les interesa.
Hay que convenir en que la verdad, aunque tenga un premio tan apetecible, no da la impresión de que genere oleadas de gente en su busca. No es el caso de la religión que casi todo el mundo tiene. Los hay, incluso, que se inventan una que no sirve para nadie más. Los hay que creen en la astrología, o en la magia, o consultan adivinos.
A algunos la simple idea de Dios les resulta molesta, otros sí dicen creen en él, pero luego con sus actos demuestran que piensan que lo pueden engañar, o que bastará con que lo adulen un poco para que les conceda privilegios.
Algunos de los autores bíblicos merecen que se les preste atención.
3 comentarios:
Una certera y magistral síntesis. Le agradezco mucho y me alegro enormemente de compartir por entero su opinión. Un cordial saludo. Soy, como su aamigo y mío, Don Antonio Escudero Ríos, un "Caballero Andante. Me llamo Luis Madrigal.-
ME GUSTARON TUS PALABRAS ESCRITAS EN DC DE ESTA MAÑANA (TOTS SANTS )
EN MI RESPUESTA AELLAS MENCIONO EL QUIJOTE (SEGURAMENTE ERA UN BORRADOR O UNA PREVIA )
AUNQUE EN EL COMENTARIO PUBLICADO DEFINITIVO NO MENCIONES "ESFUERZO Y ÁNIMO" TUS COMENTARIOS Y EL ESCRITO DE AQUÍ DENOTAN FIRMEZA Y EQUANIMIDAD CERVANTINA
FELICIDADES Y CUENTA CON UN AMIGO
ANTON
Excelente contenido para reflexionar y no genuflexar ante el síndrome de negacion de quiénes eligen la mentira cómo su zona de confort... Gracias Vicente querido por compartirlo. Nuestro cálido abrazo desde Quito Ecuador 🇪🇨 Sudamérica
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