Los aventureros de lo absoluto. La Belleza
*Oscar Wilde, Rilke y Maria Tsvetáieva deseaban alcanzar la plenitud sin conformarse con los valores que imperaban en su época y optaron por una senda accidenta e ingrata.
Rilke consagro su existencia al arte y renuncio a la felicidad… Oscar Wilde quiso hacer su vida una obra maestra y acabó su vida devastado por los trabajos forzados y Marina no quiso distanciar lo terrenal de lo sublime, pero la crueldad del mundo real acabó por asfixiarla*
La aspiración a la realización es inherente al espíritu humano y no quiero pensar que estos tres poetas fueron los que se lanzaron a la última gran aventura del sueño romántico, la Búsqueda de la Belleza.
He elegido a estos tres poetas para presentarme a vosotros ya que de alguna manera sus formas de sentir la vida y vivirla se asemejan a mi manera de ser más primigenia; una difícil forma de habitar estos tiempo tan mercantilizados, materialistas, y carentes de compromisos espirituales verdaderos. Aunque yo de alguna manera avisada por ellos aún no sucumbiese a los efectos devastadores y siga guerreando con mis locuras.
Mi vida ha sido siempre así, una aventura. De niña me escapaba a los lugares más insospechados para una niña. Me gustaba adentrarme por las calles que nunca había visto…en los jardines, buscaba el lugar por el que nadie había pisado hacia tiempo...bajaba por lo cerros hasta llegar a un río llamado Cuerpo de hombre para mojar mis pies…me encantaban los lugares extraños y sobretodo si estaban solitarios… y cuando veía algo que nadie quería, eso era mío, mi tesoro distinto… mi objeto fetiche que generalmente enterraba en un lugar de la huerta de mi abuelo para que nadie me lo robara, o quisieran simplemente, que no me perteneciese.
He hablado mucho de la huerta de mi abuelo, el bohemio, el borracho, el anarquista republicano... y lo he hecho porque aquella huerta donde crecí hasta los 10 años fue y es el único lugar donde pude expresar con absoluta libertad mi especial forma de ser, y lo expresaba a cada segundo, lo que quizás hizo de mí a ojos de los demás, una niña extraña a la que hicieron solitaria por ignorarla y que se tuvo que inventar un amigo imaginario que era trapecista en un circo, para poder compartir tanta magia y belleza.
Pero esa historia está ya escrita y seguro que ahora os interesa mucho más mi vida actual. Los recovecos de vida que habito cada momento a través de la poesía, la literatura, la acuarela, la música…o mi vida intimísima que engloba mi mundo mágico de los sueños y mis aventuras astrales y akasicas… también la melancólica levedad del ser.
La búsqueda de lo absoluto, de la Bellezaza, del alimento que exige mi espíritu, mi romántica forma de ver al vida, los misterios y la realidad; por eso tantas veces me veo sometida a mi espíritu rebelde, otras a que navegué por los oscuros valles del silencio, y la mayoría de las veces abierto a las incógnitas de una forma absoluta y abierta. Esa búsqueda me ha hecho en los últimos años de mi vida, indagar en los demás, intentados averiguar si aún puedo encontrar tesoros, quimeras y utopías.
Y necesité crearme otro aliciente mágico, indagar en el arte, la pintura, las palabras, la música de DE LOS DEMAS…y de ahí nació una necesidad imperiosa, un cofre llamado Araña. Pensé que seria el cofre donde guardar esos tesoros para luego contarlos al mundo, ya no podía seguir enterrando en la tierra, debía dejarlos volar con absoluta libertad y amor… Pero en realidad no me he encontrado con un cofre si no con un inmenso y proceloso mar donde grande olas me bambolean.
Un mar en el que a veces hay que sumergirse hasta la zona abisal ya que en esta zona -aunque no sea coherente decirlo- abunda más la luz y además una luz estridente y de colores sólidos a los que puedo palpar y engullir casi con ferocidad…
Y quería mostraos esa parte mía que apenas dejo ver para no escandalizar, para no descubrir mi indefensión o mi inocencia, y vulnerabilidad, pero ¿qué si no somos los buscadores de lo absoluto si no indefenso seres que se ofrecen desnudos en el altar de la vida?
Mas no confundir la indefensión con la libertad del guerreo en mi caso guerrera, desde ella, me apodero del mundo y cabalgo a lomos de mi caballo blando… mi pelo ondeando vientos, mis brazos en cruz y mi grito salvaje y caliente… mis piernas aferradas a su lomo sudoroso y goteante…las lagrima furtivas llenas de la herrumbre, herrumbre del tiempo que ha pasado por mi a través de los siglos y siglos de la existencia… la aventura de lo absoluto.
La mágica aventura de conocer mi verdad Y QUE LOS DEMAS LA DESCUBRAN .
Julia De la Rúa
*Oscar Wilde, Rilke y Maria Tsvetáieva deseaban alcanzar la plenitud sin conformarse con los valores que imperaban en su época y optaron por una senda accidenta e ingrata.
Rilke consagro su existencia al arte y renuncio a la felicidad… Oscar Wilde quiso hacer su vida una obra maestra y acabó su vida devastado por los trabajos forzados y Marina no quiso distanciar lo terrenal de lo sublime, pero la crueldad del mundo real acabó por asfixiarla*
La aspiración a la realización es inherente al espíritu humano y no quiero pensar que estos tres poetas fueron los que se lanzaron a la última gran aventura del sueño romántico, la Búsqueda de la Belleza.
He elegido a estos tres poetas para presentarme a vosotros ya que de alguna manera sus formas de sentir la vida y vivirla se asemejan a mi manera de ser más primigenia; una difícil forma de habitar estos tiempo tan mercantilizados, materialistas, y carentes de compromisos espirituales verdaderos. Aunque yo de alguna manera avisada por ellos aún no sucumbiese a los efectos devastadores y siga guerreando con mis locuras.
Mi vida ha sido siempre así, una aventura. De niña me escapaba a los lugares más insospechados para una niña. Me gustaba adentrarme por las calles que nunca había visto…en los jardines, buscaba el lugar por el que nadie había pisado hacia tiempo...bajaba por lo cerros hasta llegar a un río llamado Cuerpo de hombre para mojar mis pies…me encantaban los lugares extraños y sobretodo si estaban solitarios… y cuando veía algo que nadie quería, eso era mío, mi tesoro distinto… mi objeto fetiche que generalmente enterraba en un lugar de la huerta de mi abuelo para que nadie me lo robara, o quisieran simplemente, que no me perteneciese.
He hablado mucho de la huerta de mi abuelo, el bohemio, el borracho, el anarquista republicano... y lo he hecho porque aquella huerta donde crecí hasta los 10 años fue y es el único lugar donde pude expresar con absoluta libertad mi especial forma de ser, y lo expresaba a cada segundo, lo que quizás hizo de mí a ojos de los demás, una niña extraña a la que hicieron solitaria por ignorarla y que se tuvo que inventar un amigo imaginario que era trapecista en un circo, para poder compartir tanta magia y belleza.
Pero esa historia está ya escrita y seguro que ahora os interesa mucho más mi vida actual. Los recovecos de vida que habito cada momento a través de la poesía, la literatura, la acuarela, la música…o mi vida intimísima que engloba mi mundo mágico de los sueños y mis aventuras astrales y akasicas… también la melancólica levedad del ser.
La búsqueda de lo absoluto, de la Bellezaza, del alimento que exige mi espíritu, mi romántica forma de ver al vida, los misterios y la realidad; por eso tantas veces me veo sometida a mi espíritu rebelde, otras a que navegué por los oscuros valles del silencio, y la mayoría de las veces abierto a las incógnitas de una forma absoluta y abierta. Esa búsqueda me ha hecho en los últimos años de mi vida, indagar en los demás, intentados averiguar si aún puedo encontrar tesoros, quimeras y utopías.
Y necesité crearme otro aliciente mágico, indagar en el arte, la pintura, las palabras, la música de DE LOS DEMAS…y de ahí nació una necesidad imperiosa, un cofre llamado Araña. Pensé que seria el cofre donde guardar esos tesoros para luego contarlos al mundo, ya no podía seguir enterrando en la tierra, debía dejarlos volar con absoluta libertad y amor… Pero en realidad no me he encontrado con un cofre si no con un inmenso y proceloso mar donde grande olas me bambolean.
Un mar en el que a veces hay que sumergirse hasta la zona abisal ya que en esta zona -aunque no sea coherente decirlo- abunda más la luz y además una luz estridente y de colores sólidos a los que puedo palpar y engullir casi con ferocidad…
Y quería mostraos esa parte mía que apenas dejo ver para no escandalizar, para no descubrir mi indefensión o mi inocencia, y vulnerabilidad, pero ¿qué si no somos los buscadores de lo absoluto si no indefenso seres que se ofrecen desnudos en el altar de la vida?
Mas no confundir la indefensión con la libertad del guerreo en mi caso guerrera, desde ella, me apodero del mundo y cabalgo a lomos de mi caballo blando… mi pelo ondeando vientos, mis brazos en cruz y mi grito salvaje y caliente… mis piernas aferradas a su lomo sudoroso y goteante…las lagrima furtivas llenas de la herrumbre, herrumbre del tiempo que ha pasado por mi a través de los siglos y siglos de la existencia… la aventura de lo absoluto.
La mágica aventura de conocer mi verdad Y QUE LOS DEMAS LA DESCUBRAN .
Julia De la Rúa
No hay comentarios:
Publicar un comentario