miércoles, 5 de marzo de 2008

Ghost in the Shell

La especialización excesiva aumenta la debilidad.

Eso es todo lo que hay, información, incluso un sueño es a la vez realidad y fantasía, lo miremos como lo miremos toda la información que una persona acumula durante toda su vida es sólo una gota en el océano.

El cuerpo humano lo componen incontables ingredientes, como todos los componentes que hacen de nosotros individuos únicos, con su propia personalidad, sí tenemos una cara, una voz y un cuerpo para distinguirnos de los demás, pero nuestros pensamientos y recuerdos nos dan el sentido de nuestro propio destino, cada una de estas cosas son sólo una parte del todo. Reunimos información para usarla a nuestra manera, todo esto se funde con una mezcla que nos forma a cada uno y da origen a nuestra conciencia individual, nos sentimos confinados por que únicamente podemos expandirnos con límites.

Nuestros actos de propia voluntad usan la energía que acumulamos en nuestro cuerpo. El ADN es un programa diseñado para autoconservarse. La vida se hace más compleja en el mar de la información y la vida cuando se organiza por especies se basa en los genes como sistema de memoria, por tanto el hombre solo es un individuo gracias a su memoria intangible.

La memoria no puede definirse, pero define a la humanidad. La considerable acumulación de interminables datos de información que existen hoy en día, dan lugar a un nuevo sistema de memoria y pensamiento, subestimamos la información y sus datos.

Nos consideramos inteligentes porque somos sensitivos y somos capaces de reconocer nuestra propia existencia, pero nos sentimos incompletos.

La vida se perpetúa a través de la diversidad y ello incluye la capacidad para autosacrificarse si es necesario, las células repiten el proceso de la degeneración y regeneración hasta que un día mueren eliminando todo un legado de memoria e información, sólo los genes permanecen, ¿por qué repetir ese ciclo continuamente? simplemente para sobrevivir evitanto las debilidades de un sistema invariable.

Todo cambia en un ambiente dinámico, nuestro empeño en seguir siendo como somos es lo que nos limita.

Lo que vemos es como una imagen borrosa en un espejo: cuando somos niños nuestra voz, nuestros pensamientos y sentimientos eran los de un niño, ahora que somos hombres no necesitamos los recursos infantiles, ahora podemos decir esas cosas sin ayuda, con nuestra propia voz, porque ahora no somos los hombres/mujeres que éramos conocidos ni el hombre/mujer que creen que soy.

Mamoru Oshii

Todo personaje forma parte de un argumento que comprende.
Sólo en la reconstrucción total de la obra se encuentra su propia belleza.

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