Hoy, 24 de marzo, en Olimpia se ha celebrado el ritual de encendido de la llama olímpica. Una ceremonia siempre solemne, hoy se ha visto interrumpida por activistas pro-Tibet, en protesta por la violencia y ausencia de derechos humanos en dicha región.
No voy a entrar a valorar los acontecimientos que han ocurrido y siguen ocurriendo en el Tíbet. Las noticias que llegan desde la zona (previamente censuradas), las escasas imágenes y las palabras y actos de chinos y budistas, además del cierre de la zona a turistas y curiosos, son suficientes para que todos tengamos una idea bastante clara de los acontecimientos. Y hay miles de análisis exhaustivos y con mucho más fundamento del que yo pueda dar, que no será más que mi propia opinión (que creo que coincide con la mayor parte de los ciudadanos de Occidente).
Tampoco voy a valorar las motivaciones del Comité Olímpico Internacional para elegir Pekín como sede de los Juegos Olímpicos del 2008, ni si fue la mejor decisión.
El caso es que a pesar de no ser un país democrático, donde los derechos humanos están lejos de ser respetados sistemáticamente, no se respeta la propiedad de personas y empresas, el trabajo se acerca más a la esclavitud que a un trabajo digno, y los problemas internos con Nepal y Taiwán, LOS JUEGOS OLIMPICOS DE 2008 SE CELEBRARÁN EN PEKÍN.
Así, con mayúsculas. Las olimpiadas (las de verdad, no las excesivamente mercantilizadas que vemos por la tele) llevan un mensaje de paz y armonía. De olvidar diferencias y competir por ser el mejor. (Más alto, más fuerte, más lejos).
Utilizar las olimpiadas como arma o para hacer chantaje va en contra del Espíritu Olímpico. Ya se hizo en otras ocasiones (sangrantes fueron los casos de Moscú’80 y Los Ángeles’84), y la derrota la sufrieron las propias Olimpíadas.
Este mundo necesita más que nunca unos valores como los que promulgan las Olimpíadas. Y por eso, a pesar de todas las dudas y críticas que se puedan suscitar en torno a China y la decisión de darle los Juegos a Pekín… no se puede hablar de sabotajes o boicots, porque estaremos saboteando las Olimpiadas y su Espíritu.
(c) Eingel
1 comentario:
Mientras cambiaba de vivienda y me mudaba de uno a otro apartamentos en mendoza pude hacerme un tiempo para ver la celebración y creo que no hubo otra igual, y será muy difícil poder igualarla. Ha sido impresionante
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