Cate Blanchett se mete de nuevo en los zapatos de la reina Isabel I de Inglaterra (Elizabeth para los angloparlantes), pero ahora, luego de algunos años de su reinado y en una época crítica del mismo.
Bajo la dirección de Shekhar Kapur, quien tuvo a su cargo la primera película de 1998 en la que Blanchett interpreta el mismo papel; la protagonista logra transmitirnos la intensidad de su personaje, mujer sin marido y sin hijos que debe mostrarse fuerte ante sus súbditos y ante los extranjeros. Ella representa a Inglaterra, y una debilidad suya sería vista como una debilidad de su reino. Sus súbditos no la tolerarían y sus enemigos en el extranjero se aprovecharían de ella.
En la película, el resto de los actores giran en torno al personaje interpretado por Blanchett. La reina, con su fuerza, su inteligencia y su tolerancia, logra convertirse en el centro del pueblo inglés. A esa presencia poderosa, tanto en su rol político como en el religioso, se suma la victoria alcanzada ante la invasión española y la derrota de la Armada Invencible. Este triunfo del ejército inglés se logra gracias a las condiciones geográficas de la isla, pero tanto en el filme como en la historia, es aprovechado para consolidar lo que más adelante sería el Imperio Británico.
Y este es el lunar de la película, que fácilmente se transforma en panfleto político-ideológico. En ese sentido, es interesante la forma en que se presenta a los españoles: como fanáticos religiosos, algo afeminados (Fernando II) o, sencillamente feos (cuerpo diplomático). Se suma el odio que sienten los españoles por los ingleses, al ser un reino perdido, pues con el matrimonio de María Tudor Y Felipe (príncipe heredero de la Corona Española y rey en el tiempo de la película), se pretendía consolidar el poderío español con la alianza de los ingleses, regidos por María Tudor (reina de Inglaterra y esposa del futuro rey de España); sin embargo, con la muerte de María, Inglaterra vuelve al protestantismo de la mano de Isabel I.
Sin embargo, debemos rescatar la visión tolerante de Elizabeth y, más allá de un conflicto de carácter religioso, observar el conflicto entre el fanatismo y la tolerancia; más aún en la época actual, cuando bajo la bandera de un credo, la intolerancia se convierte en el estandarte con el que se pretende negar los derechos de las minorías o de los que son diferentes. En la película Fernando II es tan solo la representación de los George W. Bush y de los Guyón Massey del presente.
miércoles, 20 de agosto de 2008
Elizabeth (1587)
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1 comentario:
Antecedente: la televisiva serie Isabel I (1971), interpretada por Glenda Jackson
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