El cambio climático está dando noticias mezcladas a la capa de ozono. Gracias al aumento de las concentraciones y al desplazamiento de las corrientes de aire, la mitad del hemisferio norte, incluyendo a los Estados Unidos, Canadá y Europa, probablemente verá su ozono restaurado, de acuerdo con un estudio nuevo. Mientras, las áreas de los trópicos, y la mitad del hemisferio sur, como Australia, Nueva Zelanda, y Perú, pueden experimentar un retraso en la recuperación de su ozono.
El ozono es una parte importante de la parte superior de la atmósfera que protege a los humanos y a los ecosistemas de la radiación dañina de UV-B.
Fuente:El ozono es una parte importante de la parte superior de la atmósfera que protege a los humanos y a los ecosistemas de la radiación dañina de UV-B.
En los 70, la pérdida de ozono de la estratosfera (10 a 50 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra) se convirtió en una gran preocupación: Los científicos se dieron cuenta que los compuestos químicos que reducen el ozono como los clorofluorocarbonos (CFCs), utilizados en todo desde aerosoles hasta refrigeradores, estaban destruyendo la capa de ozono globalmente, especialmente en los polos.
Sin embargo, esas no son las únicas emisiones que tienen impacto en el ozono. Los investigadores saben desde hace tiempo que los gases de invernadero podrían ayudar a la recuperación de la capa por el enfriamiento de la estratosfera, lo cual disminuye las velocidades de las reacciones químicas que destruyen el ozono. Pero el cambio climático tiene otro efecto: Cambia los patrones de circulación global del aire. Hasta hace algunos años, nadie había estudiado cómo esto pudiera impactar en la capa de ozono.
Un equipo dirigido por el científico atmosférico Darryn Waugh de la Universidad John Hopkins en Baltimore, Maryland, ejecutó un modelo químico del clima, el cual simula la dinámica atmosférica, la transferencia de energía y los cambios en la química para el próximo siglo. Los resultados muestran que un incremento en el flujo de aire por la mitad del hemisferio sur disminuirá la velocidad de producción de ozono en ese sitio, retrasando la recuperación del ozono en lugares como Australia y Argentina. Hasta el fin del siglo, la capa de ozono en los trópicos no retornará a los niveles de antes de los 60, reporta el equipo esta semana en Geophysical Research Letters. En el sentido contrario, los Estados Unidos y otros sitios del hemisferio norte verán mejorada la recuperación del ozono, permitiéndoles retornar a los niveles de ozono de mediados del siglo 20 por el 2030. La recuperación del ozono en los polos será mínimamente afectada por el cambio climático.
Los hallazgos apuntan a un incremento del riesgo de cáncer de piel entre las poblaciones de piel clara en sitios como Australia y Nueva Zelanda y en las regiones de alta altitud como Perú y Chile, dice el científico atmosférico Dan Lubin del Scripps Institution of Oceanography en San Diego, California.
El científico atmosférico Theodore Shepherd de la Universidad de Toronto en Canadá dice que modelos previos han encontrado tendencias regionales similares pero que este estudio provee una comprensión mayor del efecto individual del cambio climático y la reducción del CFC en la recuperación del ozono. Y el científico atmosférico Martyn Chipperfield de la Universidad de Leeds en el Reino Unido anota que aunque los patrones vistos en este estudio probablemente son robustos, otros modelos del clima pueden indicar velocidades diferentes de recuperación del ozono.
Sin embargo, esas no son las únicas emisiones que tienen impacto en el ozono. Los investigadores saben desde hace tiempo que los gases de invernadero podrían ayudar a la recuperación de la capa por el enfriamiento de la estratosfera, lo cual disminuye las velocidades de las reacciones químicas que destruyen el ozono. Pero el cambio climático tiene otro efecto: Cambia los patrones de circulación global del aire. Hasta hace algunos años, nadie había estudiado cómo esto pudiera impactar en la capa de ozono.
Un equipo dirigido por el científico atmosférico Darryn Waugh de la Universidad John Hopkins en Baltimore, Maryland, ejecutó un modelo químico del clima, el cual simula la dinámica atmosférica, la transferencia de energía y los cambios en la química para el próximo siglo. Los resultados muestran que un incremento en el flujo de aire por la mitad del hemisferio sur disminuirá la velocidad de producción de ozono en ese sitio, retrasando la recuperación del ozono en lugares como Australia y Argentina. Hasta el fin del siglo, la capa de ozono en los trópicos no retornará a los niveles de antes de los 60, reporta el equipo esta semana en Geophysical Research Letters. En el sentido contrario, los Estados Unidos y otros sitios del hemisferio norte verán mejorada la recuperación del ozono, permitiéndoles retornar a los niveles de ozono de mediados del siglo 20 por el 2030. La recuperación del ozono en los polos será mínimamente afectada por el cambio climático.
Los hallazgos apuntan a un incremento del riesgo de cáncer de piel entre las poblaciones de piel clara en sitios como Australia y Nueva Zelanda y en las regiones de alta altitud como Perú y Chile, dice el científico atmosférico Dan Lubin del Scripps Institution of Oceanography en San Diego, California.
El científico atmosférico Theodore Shepherd de la Universidad de Toronto en Canadá dice que modelos previos han encontrado tendencias regionales similares pero que este estudio provee una comprensión mayor del efecto individual del cambio climático y la reducción del CFC en la recuperación del ozono. Y el científico atmosférico Martyn Chipperfield de la Universidad de Leeds en el Reino Unido anota que aunque los patrones vistos en este estudio probablemente son robustos, otros modelos del clima pueden indicar velocidades diferentes de recuperación del ozono.
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