"Ir a América es como viajar en el tiempo"

Hèctor Oliva. Escritor y viajero. Ha publicado Pasajes a América (RBA) y Veinte historias de la Barcelona americana (Base).

--¿Qué le ha dado América que le seduce tanto?
--Allí descubrí un mundo nuevo, otra manera de entender la vida. Viajar a América es como viajar en el tiempo. En lugares de Ciudad de México te sientes como en los años 60, y en la sierra de Perú te puedes sentir como en la Edad Media.

--Fruto de sus viajes, en el 2007 publicó Pasajes a América, libro en el que recoge las historias de cinco catalanes.
--Se han contado las grandezas de españoles y británicos en América, pero el papel de los catalanes es más desconocido, porque llegaron pasado un tiempo.

--Empecemos por el primer personaje: Félix Cardona.
--Sostengo que fue él, nacido en Malgrat de Mar, en 1903, quien dio a conocer al mundo la famosa cascada Salto del Ángel.

--¿No fue el aviador norteamericano Jimmy Angel?
--La cascada la descubrieron en los años 30, y en 1956 la Corporación Venezolana de Turismo le puso el nombre de Salto del Ángel, por Jimmy Angel. Era una manera de atraer al turismo de Estados Unidos.

--¿Y Félix Cardona qué pinta?
--Jimmy Angel y Félix Cardona trabajaron juntos. Jimmy era aviador, y Félix, experto en la gran sabana. Iban buscando oro, aunque pienso que Cardona era más aventurero. Buscaba crearse su propio camino, más que hacer dinero.

--Y descubrieron el Salto del Ángel.
--Cuando Jimmy Angel llega a la gran sabana, Cardona ya había descubierto los tepuis y el salto de agua que después llamarían del Ángel. Fue un importante explorador al que no se ha hecho justicia.

--Otro personaje de su libro es Manuel d'Amat.
--Fue virrey en Perú y símbolo de la explotación del poder colonial, pero también es importante porque financió una expedición a los Mares del Sur. A Tahití se la conoció durante un tiempo como isla de Amat.

--Facundo Bacardí.
--Es la figura del indiano. Llegó a Cuba desde Sitges en 1830 y es importante, sobre todo, por el negocio del ron. La marca Bacardí aún pervive.

--Pepe Figueres.
--Este personaje es una mina. Fue presidente de Costa Rica, un país sin Ejército, entre 1948 y 1974. Lo que me interesaba era coger distintos perfiles e ir tirando del hilo.

--El último: Ramon Mercader.
--El asesino de Trotski tenía varias identidades falsas. Hasta 15 años después de estar detenido no supieron que era catalán. Dicen que fue porque alguien le oyó tararear El noi de la mare.

--Su libro más reciente, Veinte historias de la Barcelona americana, es como el reverso de la moneda.
--Es como un libro de viajes frustrado. Ahora tengo hijos pequeños y paseo por la ciudad con mi hijo Elio. He ido encontrando cosas curiosas, rastros de América, y de esos paseos nació el libro.

--¿Qué lugares elige?
--Describo espacios de Barcelona, como la Perona, llamado así por Evita Perón; el Palau de la Virreina, por la esposa del Virrey Amat, o la Pedrera, que se construyó con dinero de un indiano... Todos están ligados con América, todos tienen una historia a sus espaldas.

--Cuénteme una.
--La historia del Banco Hispano Colonial es muy interesante. El banco ya no existe, pero su sede aún puede verse en la Via Laietana. Lo fundaron Manuel Girona y otros ricos de la época para financiar la primera guerra de Cuba, la de 1868. Concedieron un crédito de cien millones de reales a la Corona.

--Y Cuba se perdió en 1898.
--Al perderla, el Hispano Colonial vio que necesitaba un gran proyecto, y se les ocurrió abrir la Via Laietana, una Wall Street mediterránea. Fue una gran obra en la que se derrumbaron más de 2.200 viviendas de la Barcelona antigua.

--¿Qué historia cuenta del Consulado de México?
--Es una anécdota que sirve para recordar que hubo países que nunca reconocieron al régimen franquista. El portero del antiguo consulado se llevó a su casa, en 1939, un reloj de pared para conservarlo. Cuando en el 2003 se abrió el nuevo consulado, él ya había muerto, pero su hijo se encargó de devolver un reloj que es todo un símbolo.

--¿Piensa seguir escribiendo sobre América?
--Me siento muy bien en el continente americano. Me atrapa por sus dimensiones. En Europa está todo más controlado, pero allá la vida es más bestia, para lo bueno y para lo malo. Es la vida en estado puro.