domingo, 2 de enero de 2011

Venimos del mono

En su lucha por la supervivencia, el precursor del ser humano desarrolló su capacidad de pensar y su memoria. Ambas cosas dieron lugar a que fuera posible aprovechar todo el conocimiento acumulado por los antecesores, lo que convierte al ser humano en deudor de toda la humanidad y al egoísmo en una maldición.
El ser humano necesita de los demás para considerarse como tal. Si estuviera solo desde el principio, sin tener noticia de sus congéneres y sin aprovechar, por tanto, todo su acervo cultural, viviría una vida que no se diferencia mucho de la de sus ancestros, los monos. Y puesto que tiene esta deuda, su objetivo no puede ser otro que el de aportar también su parte. Es posible, aprovecharse del prójimo, esclavizarlo u oprimirlo. Nuestra sociedad abunda en gentes indefensas, pero esta actitud es un crimen contra la humanidad, es claramente perniciosa y atenta directamente contra el instinto de supervivencia como especie. No obstante, y a pesar de que no hay forma de defender esta actitud, abundan quienes la adoptan. La gente indefensa es una tentación muy grande. Respetar al prójimo, sea cual sea la situación en que se halle, parece un empeño imposible para muchos. Quizá porque no saben que respetar al prójimo es respetarse a sí mismo.
En el tránsito de animal irracional a racional, aparecen la Verdad y la Mentira. Dada la complejidad que ha alcanzado la vida humana, la mentira puede ser un recurso admisible a veces, pero cuando se usa como herramienta con el fin de alcanzar logros o evitar problemas quien ha hecho esta elección se convierte en esclavo de ella. Cada una de las mentiras precisa de un entramado de ellas para poderse sostener.
Y si es indudable que la mentira nos hace esclavos, habrá que convenir en que la verdad nos hace libres. Quien procura ceñirse a la verdad no necesita preocuparse de más. Quizá haya quien alegue que por ceñirse a la verdad se pierden amigos, pero no es menos cierto que pensar que lo eran resulta francamente optimista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es sumamente interesante el artículo, sobretodo cuando lo relacionas con la realidad de vida. Todavía, seguro hay algunas conductas de algunos que muestran que vnimos del mono.
Me gustaron citas como, "Respetar al prójimo, sea cual sea la situación en que se halle. Quizá porque no saben que respetar al prójimo es respetarse a sí mismo."
y la otra, "La mentira nos hace esclavos, habrá que convenir en que la verdad nos hace libres. Quizá haya quien alegue que por ceñirse a la verdad se pierden amigos, pero no es menos cierto que pensar que lo eran resulta francamente optimista". Siempre hay que ser muy valientes para asumir la verdad, a pesar de las consecuencias que traen.
AnnaTeresa

Helio dijo...

Vicente, me alegro mucho que me enviaras este enlace, no conocia este blog.
Excelente entrada. La evolucion del hombre ha llegado al siglo XXI
con unos adelantos en la comunicación entre seres humanos, increíbles en otras épocas.
Estoy de acuerdo que la verdad y el respeto, son cualidades primordiales, aunque por desgracia en los tiempos que vivimos hay escasez de esas cualidades.
saludos.