No
me extrañaría que quedara alguien que piense que lo que el
feminismo plantea es una lucha entre sexos. No es así. El machismo
representa la ley del más fuerte. La supremacía de la fuerza frente
a la razón, del poder sobre la justicia.
Ante
esta realidad, conviene añadir que el aborto caprichoso cabe
calificarlo como un acto machista, puesto que consagra la supremacía
del fuerte frente al débil, fomenta el egoísmo descarnado, y
condena caprichosamente a morir a un ser que no tiene ninguna culpa y
que ni tan siquiera había pedido que le concibieran.
El
feminismo, en cambio, representa a la justicia, pretende la igualdad
de derechos y de obligaciones. Pero no todo consiste en cambiar las
anticuadas leyes que establecían o permitían la prevalencia del
hombre sobre la mujer, sino que fundamentalmente hay que cambiar las
pautas cerebrales, las costumbres ancestrales que llevan a hombres y
mujeres a encarar la vida de un determinado modo, en el cual la mujer
acepta un papel inferior frente a un hombre, o un grupo de hombres, a
pesar de que muchas veces su capacidad es superior. Tal vez, en ese
conformismo propiciado por la costumbre radica buena parte de la
culpa de que el salario de las mujeres siga siendo inferior al de los
hombres. Muchas veces las mujeres no toman la iniciativa cuando
deberían hacerlo o, si lo hacen, imitan el modo de los hombres.
Dado
que el hecho de considerar a la mujer como un ser inferior es una
flagrante injusticia, se llega a la conclusión de que la humanidad
se ha venido asentando durante siglos sobre una base injusta, cosa
que quizá explique muchas de las barbaridades que se han hecho,
fundadas siempre en un brutal desprecio a la justicia. Interesa a
todos tomar la senda buena, pero este propósito tropieza con muchos
obstáculos. ¿A quién le interesa la justicia ahora, una vez
arraigada la costumbre de pisotearla? No consta que a las más
acendradas feministas les importe la justicia, sino que diríase que
lo que reclaman es tener el mismo poder que los hombres.
Lo
ideal sería que hombres y mujeres pudieran comportarse según su
propia naturaleza y que ello no conllevara ninguna ventaja o demérito
para nadie. Preguntarse si el trato que se da a cada uno de los demás
es justo puede ser un buen punto de partida.
8 comentarios:
Buen artículo amigo Vicente no podia ser menos viniendo de ti, gracias por publicarlo....un abrazo.
Hola Vicente,
Aborto libre durante unos determinados plazos no es igual a a aborto caprichoso.
Conozco varias mujeres que han abortado, algunas responsables con mala suerte, otras menos responsables, pero cuando han tomado la decisión, en ningún caso han tenido un aborto caprichoso.
Caprichosa es una ley que no tiene en cuenta los avances de la ciencia en cuanto a determinación del grado de desarrollo embrionario, por ejemplo. O leyes que apropósito dejan cabida a "terceras vías" donde la decisión de si se aborta o no acaba dependiendo del grado de permisividad del político de turno.
Por otra parte, al menos en mi caso, no defiendo el aborto libre hasta la semana 14 por feminismo, sino porque es lo que considero coherente.
Un abrazo.
Es espléndidot el artículo, querido Vicente.
Pero, hay que tener en cuenta que cada persona es un mundo aparte, y no se pueden generalizar las leyes. Pero de otro modo, ¿cómo poder aplicarlas?. Creo que en estos casos importantes, debería haber un desarrollo apropiado de las mismas a las circunstancias de las personas. En todo caso, en este tema, debería existir por parte de las implicadas, una profundización acerca de la decisión que puedan tomar, y no tomarla de manera exigua.
El machismo y el feminismo absoluto son extremos del mismo collar, y lo único que existe en ese extremo son los cierres, para que las perlas del medio luzcan en todo su esplendor. Es decir, que yo pediría moderación y un saber estar tanto a las mujeres como a los hombres.
Lo que dijo Julián Marías:
http://anghara.wordpress.com/2009/03/19/la-cuestion-del-aborto-julian-marias-abc/
Lo que dijo Gustavo Bueno:
http://www.fgbueno.es/hem/2010a26.htm
Seres iguales con distintas peculiaridades. Si el ser humano se parase a potenciar su capacidad de pensamiento, llegaría a la lógica aplastante de la igualdad intelectual entre los sexos. Dicho esto, consideremos a l@s demás como queremos ser considerad@s.
Interesante artículo. Primero, ¿tiene algo de malo que las mujeres pretendan "tener el mismo poder que los hombres"? Poder en tanto acceso a trabajos, desempeños y recompensas como símbolo de igualdad. Segundo, no debe tratarse de lucha sino de complementariedad en todos los espacios públicos y privados (trabajo o familia). Seguro que poco a poco se logrará el acceso equitativo de mujeres y hombres a diferentes responsabilidades. Anna Teresa
El feminismo de hoy ha perdido el espíritu de sus orígenes. Ahora es un feminismo mal entendido. Es la supremacía de la mujer sobre el hombre. Ni machismo, ni feminismo. Tolerancia, respeto y amor.
La cuestión del aborto es otra. NO al aborto. Sí a la vida. Es mi opinión, claro.
Beso.
DEBE HABER DEBATES SOBRE LA RELACION ENTRE PERSONAS PORQUE SALIMOS DE CASA NUESTROS PADRES SIN REFERENCIAS DE NADA.
EN EL FUNCIONARIADO NO HAY DESCRIMINACIONES DE NINGUN TIPO . A VER SI LOS EMPRESARIOS TIENEN UN GRAMOS DE DIGNIDAD.
DUROS CASTIGOS A LOS MALTRATADORES Y ASESINOS PERO DEBEN REVISARSE LOS COMPORTAMIENTOS Y LA IGUALDAD ANTE LA LEY.
LAS MUJERES , CREO, DEBERIAN EVITAR CONFUNDIR LA RELACION SENTIMENTAL CON EL NEGOCIO PORQUE ES FRUSTRANTE Y ARRIESGADO.FRASES DE SUS MADRES Y TIAS COMO"ESE HOMBRE ES POCO PARA TI;TU TE MEJERES MÁS; ES POCO HOMRE Y TÚ MUCHA MUJER".ESTOS FRASES SON EL CAMINO A LA FRUSTRACIÓN.
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