A
estas alturas de la historia ya sabemos que Dios no es necesario para
la formación del Universo, ni tampoco para ser buena persona,
cuestión ésta que es independiente de tener fe o no tenerla.
Pero
hay personas, o grupos de personas, que insisten, incluso con
vehemencia, en dar carta de naturaleza a ese Dios que nadie ha visto,
ni es probable que vea jamás, y me refiero a cosas que ocurren en
países civilizados, no en
esos otros en los que el fanatismo es la nota predominante.
También
hay personas, o grupos de personas, que perseveran en lo contrario; o
sea, en tratar de convencer a todo el mundo de que Dios no existe.
Entre ellos los hay que consideran que los creyentes son unos burros,
con perdón, y no es que lo crean, es que lo dicen.
Creo
que lo educado es dejar que cada uno organice su vida como quiera,
siempre y cuando lo haga respetando la legalidad, y dentro del hecho
de organizar la propia vida está el de elegir si creer o no creer
una cosa determinada. Nadie
debería confiar la gestión de su propia existencia al criterio
ajeno, entre otras cosas porque nadie puede estar seguro de nada.
Pero quiero añadir dos
reflexiones al asunto. Sé de personas nobles y buenas, a las que les
horroriza perjudicar a otros, e incluso las hay que son capaces de
correr riesgos por ayudar a quien está en apuros, que merecen que
haya un Dios que los premie, porque no hay ninguna institución
humana capaz de darles un premio que esté en consonancia con sus
méritos.
E
igualmente hay personas
que persisten en intención de hacer daño a otras, porque está en
su naturaleza; por
supuesto que son diestras en procurarse coartadas, mediante las que a
pesar de su maldad se creen buenas. Estas personas merecen que no
haya Dios, porque si lo hubiera podría perdonarlas.
10 comentarios:
Muy aguda reflexión!!
Creo que hay una equivocación en este buen artículo: no se elige creer o no creer. Se cree o no se cree, no por elección, sino por convicción. Un saludo, amigo Toorres.
Compartiendo plenamente la frase "Creo que lo educado es dejar que cada uno organice su vida como quiera, siempre y cuando lo haga respetando la legalidad", sin embargo he echado de menos una tercera opción equidistante entre los creyentes, que se basan en su fe, y los ateos que no sé muy bien en qué se basan. Me refiero a los agnósticos, que pretenden basarse en los conocimientos científicos y carecen de pruebas objetivas, tanto para la demostración de la existencia de Dios, como para la demostración de su inexisencia.
Pero claro, tu artículo no va por ahí. Gran artículo por cierto.
Me gustó muchísimo, Vicente.
Buenas noches.
A no ser que se tenga verdadera fe (en un dios, en una creencia científica) no se puede estar seguro de nada. Nada sabemos, realmente. Los creyentes se mueven por su fe. Los no creyentes, por los avances científicos que, parece, van corroborando lo poquísimo que sabemos del Universo. La clave, como bien has apuntado, Vicente, consiste en vivir y dejar vivir. La cuestión no es tener una u otra creencia. Es no querer imponerla a los demás.
Un saludo.
No conozco en profundidad la mecánica cuántica, solo tengo nociones básicas, pero no me cabe en la cabeza que el Big Bang se diera solo una vez, y ni una vez mas, sin intervención divina.
Yo pienso que hay que respetar a cada cual, creyentes o no.
A pesar de que yo no negaré que lo soy no intentare cambiar a nadie pero tampoco lo hará nadie hacia mi.
Pienso que un Dios no castiga...
Somos nosotros los que creamos nuestros propiosnodios y venganzas....
Saludos Vicente....
Está claro que Oriente y Occidente todavía no se van a encontrar, lástima.
Para saber "algo"sobre Dios o el Creador, a mí me ha servido mucho el prólogo del Evangelio de S. Juan.
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