El título iba a ser Verdugos y víctimas,
pero debido al afán del actual gobierno y sus cómplices en
blanquear a Otegui, he decidido modificarlo para incluir al etarra.
La cuestión es la siguiente: un
arquitecto hace todo lo que puede para llegar a serlo; un profesor de
filosofía, lo mismo, estudia sin parar hasta lograr el título; un
etarra también, ve que la banda le proporciona las coartadas,
excusas e infraestructura que le permitan dar rienda suelta a su
afición a matar, o hacer el mal, y se integra en la banda.
Una víctima del terrorismo no tiene
ningún interés en serlo, ni pone de su parte, ni da pie. La víctima
es elegida por los terroristas sin que ella se entere, y si se entera
es porque no tiene escapatoria y quieren disfrutar con su
sufrimiento. También puede ser una víctima del terrorismo alguien
que accidentalmente pasaba por cierto lugar, o estaba allí. De
haberlo sabido habrían abandonado el sitio o cambiado el itinerario.
Una víctima del terrorismo puede ser
mejor o peor persona, pero siempre lo es en contra de su voluntad. Y
este detalle se les escapa a muchos de los que critican a las
víctimas o sus familiares. No me cabe ninguna duda de que algunas de
las víctimas del terrorismo son muy malas personas, pero son
víctimas, porque hubo otras personas peores que ellas que lo
decidieron así. Y en su condición de víctimas tienen todo el
derecho a recibir el amparo del Estado y de la sociedad entera.
Quienes no tienen ningún derecho son los terroristas y sus cómplices
mientras actúan como tales. A saber lo que tiene Otegui en el lugar
en el que debía haber un cerebro.
Hay víctimas del terrorismo que no
poseen el don de la generosidad y, por tanto, no pueden apreciar la
de sus benefactores o admiradores, pero no por ello dejan de ser
víctimas. Algunas se creen con derecho a hacer política en su
condición de víctimas, y eso es un error, pero siguen siendo
víctimas; a otras se les acusa de eso de forma indebida, porque el
personal suele ser caprichoso y arbitrario. Defender la dignidad de
las víctimas no es hacer política. Si un gobierno pasa por encima
de ellas transgrediendo la ley, tienen derecho a protestar.