Quizá la pregunta que genere el título, en primera instancia, se refiera a que habla de ‘un’
macho alfa y es que, en contra de lo que se pueda pensar, no sólo
hay uno, sino que éstos abundan, aunque también es cierto que alguno se hace notar más que el resto.
Se le conoce como ‘macho alfalfa’,
porque de sus actuaciones y manifestaciones se deduce que no se
alimenta de otra cosa.
Pero hay otros que aparte de que se
burlan mucho de ese, por lo burro que es, porque la diferencia de
talento y conocimientos que les separa de él es muy grande, también
son arbitrarios, prepotentes, injustos, caprichosos, ventajistas y
unas cuantas cosas más, aplicables todas a este subconjunto humano.
Otra circunstancia que les hermana es que
suelen tener muchos forofos, porque la irracionalidad (Ortega y
Gasset ya explicó la existencia de los bárbaros ilustrados) se
viene demostrando que ejerce un poderoso influjo entre las masas,
concitando un interés hasta tal punto desmedido en entre quienes les
siguen que llegan a perder su sentido crítico. Estos seguidores de
los machos alfa jamás consideran que el personaje objeto de su
adoración pueda equivocarse o meter la pata, aunque los no adictos
lo vean claramente e intenten explicárselo.
Otra característica común entre los
machos alfa, incluidos los alfalfa, es que a todos les falta un
hervor, están sin terminar de hacer, de ahí que sean caprichosos y
arbitrarios y fuera de su mundo oficial, en sus relaciones más
informales prescindan, si les conviene, del rigor intelectual, al que
sí intentan ceñirse cuando piensan que se les puede tener en
cuenta. En donde piensan que pueden explayarse sin riesgo dan rienda
suelta a su infantilismo caprichoso y despótico. Por supuesto que
para ellos su conveniencia siempre se impone a su sentido del deber,
en el supuesto de que lo tengan.
1 comentario:
La única discrepancia con lo dicho en este artículo es que los machos alfa suelen ser reverenciados por las hembras objeto, que también existen. En el ámbito del pensamiento me quedo con la orteguiana definición de hombre masa, incluso antes que con la de bárbaro ilustrado: no los concibo demasiado ilustrados.
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