lunes, 31 de diciembre de 2018

Para 2019: el regalo de la amistad

Hace poco tuve noticia de algo bello: uno de mis amigos acompañó en un viaje de más de 200 km, a los que había que añadir los de vuelta, con otro amigo suyo únicamente para disfrutar del placer de hablar con él, puesto que se ven muy poco.
No es que mi amigo no tenga nada que hacer, sino que tiene todas las horas y todos los minutos del día ocupados, pero sabe que no hay nada como disfrutar de la amistad.
El ser humano necesita de los demás. Esto se ve claramente al pensar que todo el conocimiento que tenemos se lo debemos a nuestros antepasados.
Quizá sea cierto que por cada uno de esos momentos sublimes que depara la amistad haya que sufrir unas cuantas coces, a menudo inesperadas. Los hay que disfrutan dando coces, tanto que hasta las planifican. ¡Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen! Pero si uno se protege para no recibir esos golpes, o sea, se cierra en banda, también evita con ello los goces de la amistad.
Si bien se piensa, tener una auténtica amistad y poder gozar de ella merece todos los contratiempos que haya que sufrir. Porque se olvidan, mientras que el placer de la amistad perdura y proporciona relajamiento.
Quien conoce la amistad y la disfruta no da coces, puesto que no siente la necesidad de hacerlo, lo que procura es hacer crecer esa capacidad para sentir amistad y recibirla. Y siente compasión por quienes careciendo de ella intentan dañar al prójimo.
Conviene apuntar que los hay que solo acarician a los de su tribu, o secta, o facción, de modo que si alguno se sale de ella dejan de tratarlo. Eso no es amistad y, por tanto, no puede proporcionar ningún placer.
Mi deseo de fin de año es pues desearles el regalo de la amistad.

6 comentarios:

eugenio dijo...

Una buena reflexión, Vicente. Comparto esos buenos deseosAbrazo

Unknown dijo...

Gracias por tus artículos Vicente. También me gustaría compartir esos preciosos deseos. Un beso.

katxoperro dijo...

Una gran realidad, nada más bello y necesario que la amistad, gracias por compartir esta reflexión con un amigo que te felicita por el artículo y te tiene presente en el reducido grupo de Amigos, un abrazo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Empezar el año reflexionando sobre la amistad es muy buena idea. Somos seres sociales y necesitados de afectos, confianza, confidencias... Que el nuevo año nos traiga muchas horas de buena conversación con muchos amigos. Un abrazo.

Antonio Escudero dijo...

Sublime sin interrupción,Vicente.Tienes el alma soleada

Mª Jesús Díaz, mamá de Chusi dijo...

Muy bien, Vicente, la amistad es un regalo, y se conoce que cultivarla es un don, porque hay personas que ni la conocen ni la reconocen, así que a ver cómo van a cuidarla.