Ahora resulta que el gobierno golpista rompe relaciones diplomáticas con Argentina. Eso sí que es divertido... pero... ¿no era que los gobiernos democráticos de América (reunidos en la ONU), no mantienen relaciones diplomáticas con ningún gobierno de facto?
Lo que no es para nada divertido son las violaciones a los derechos de los ciudadanos hondureños que cada día cometen los militares y la policía hondureños. En este momento, hay una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que investiga las incontables denuncias que se han presentado. Habrá que esperar el resultado de esa investigación. No extraña que el presidente de facto, Micheletti, haya manifestado tener "reservas" sobre la presencia de esa delegación en su país... ¿le tendrá miedo al impacto que pueda tener el informe que rindan luego de las investigaciones?
A los ciudadanos comunes y corrientes no nos queda más que esperar y, de vez en cuando, hacer oír nuestras voces llamando la atención sobre los crímenes que se cometen en Honduras. Serán nuestros representantes quienes deberán asumir una actitud más firme contra el gobierno golpista que vaya más allá de los discursos diplomáticos; actitudes que conduzcan al retorno del orden constitucional.
No se puede decir que se defienden los valores democráticos, si se mantienen relaciones políticas, comerciales e, incluso, militares, con ese país. La palabra la tienen los gobernantes, sobre todo el presidente de los Estados Unidos, quien hasta ahora no ha demostrado con acciones la verdad de su discurso en la toma del poder.
viernes, 21 de agosto de 2009
Golpe de estado en Honduras
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