Al
leer el título cualquiera pensará pues claro que la sabiduría es
loable, ¡faltaría más! Sin embargo, las cosas no son tan fáciles.
La sabiduría es como un objeto precioso puesto en un escaparate que
todos alaban al pasar y casi nadie compra.
Hay
dos detalles a tener en cuenta. La sabiduría llevó a Sócrates a
morir antes de hora. Y no sirve para ganar dinero. Es
más, las personas sabias dan al dinero exactamente el valor que
tiene, ni menos, ni más.
Hace
años, en un lugar repleto de personas de alto C.I. dije que la
función de la inteligencia es buscar la sabiduría. ¡A mí no me
interesa la sabiduría para nada!, me contestó alguien. Contra lo
que pueda parecer, no es una respuesta aislada. Nadie le contestó.
Pero es que en el devenir de los días he seguido los pasos de
personas muy talentosas y, en muchos de los casos, de sus escritos
o discursos no se deduce que les interese mucho la sabiduría. Les
importa el brillo, impresionar a la audiencia y,
sobre todo, que les paguen bien por lo que hacen.
Quizá
haya más personas sabias de las que yo veo, pero el asunto no
estriba tanto en el número de sabios del mundo, sino en el interés
que despierta la sabiduría en el común de las gentes.
Tampoco
parece que sea indispensable tener una gran inteligencia para
conseguir la sabiduría, sino que lo importante sea desearla. Quizá
hubiera mucha más en otros tiempos, cuando la vida contemplativa
estaba más en boga. Tiempos en que los pastores abundaban y los
labriegos, tras su dura jornada laboral, buscaban un sentido a la
vida, alguna explicación para las penurias que se veían obligados a
pasar.
Quizá
ahora sea más fácil para mucha gente ganar más dinero del que se
necesita, y como consecuencia el vil metal ha pasado a estar en el
centro de casi todos los pensamientos.
4 comentarios:
Excelente contenido mi querido Vicente. La sabiduría, nos permite ver sin juzgar, hablar sin ofender, observar sin despreciar, en suma, comprender, estadio mayor al de sólo justificar, o al de sólo juzgar. Concluyo, la sabiduría es producto de la propia observación. Un cálido y sabio abrazo amigo, desde Quito-Ecuador. Gracias por tu sabiduría=savia de vivir en plenitud
Excelente contenido mi querido Vicente. La sabiduría, nos permite ver sin juzgar, hablar sin ofender, observar sin despreciar, en suma, comprender, estadio mayor al de sólo justificar, o al de sólo juzgar. Concluyo, la sabiduría es producto de la propia observación. Un cálido y sabio abrazo amigo, desde Quito-Ecuador. Gracias por tu sabiduría=savia de vivir en plenitud
Excelente reflexión. Salud y paz.
Excelente reflexión. Salud y paz.
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