sábado, 8 de junio de 2019

La sabiduría y los listillos

En ‘2016. Año bisiesto’ puse esta frase: «La sabiduría es como un objeto precioso puesto en un escaparate que todos alaban al pasar y casi nadie compra».
La había puesto antes en este mismo blog y puede que sea mía, puesto que nunca la he visto escrita en otro sitio.
El caso es que muchos se identificaron con ella, lo cual indica que son muchos los que se creen sabios. Tengo la impresión de que al menos uno de ellos me considera lerdo, y este detalle trae a colación el narcisismo. Supongo que un narcisista solo capta aquello que alimenta su ego, aunque también puede prestar atención a quienes le pueden favorecer materialmente.
Todo el mundo se cree sabio, pero la sabiduría es incompatible con el narcisismo, con el infantilismo, con la servidumbre voluntaria.
«Con el amigo, siempre; tenga o no tenga razón», es un dicho que todo el mundo repudia, cuando se le inquiere, pero que de modo inveterado se cumple prácticamente en todos los casos, lo que da un cuadro de parcialidad, despotismo o injusticia. Actúan de este modo, entre otros, profesores de ciencias exactas, de filosofía, de teatro, o de cualquier rama del derecho. Lo señalo para hacer constar que no se trata de personas sin instrucción, sino que por lo general utilizan sus titulaciones con prepotencia. Albarda sobre albarda, se llama la figura, según creo recordar.
La siguiente deducción es que estas personas necesitan ser alabadas, lisonjeadas, ensalzadas …, y a lo mejor no les molestaría que se les rezara. Todo lo que sirva para halagar sus egos lo reciben con gusto.
Lo que ya no les gusta tanto es que se les proponga que ingresen en la adultez, que tomen en serio lo que hacen, a los demás, que salgan de ese mundo onírico en el que viven, para actuar de modo consecuente.

1 comentario:

Ciudadanomedio dijo...

Lincoln decía "el hombre sabio, si no se traga los halagos, al menos los paladea" y mi padre decía "la coba basta solo ofende a quien la presencia, nunca al que la recibe"

Saludos.