En épocas no tan lejanas se les decía
eso a los hijos. En nuestros días no se les ocurriría a los padres.
A simple vista se aprecia que es una
postura cargada de egoísmo. Una mirada más atenta demuestra que con
ella se les transmitía a los menores la necesidad de ganarse las
cosas. Se introducía en sus mentes la idea del esfuerzo como vía
para alcanzar ciertas comodidades o privilegios. Si se observa la
actitud de los jóvenes de hoy se comprueba que piensan que por el
mero hecho de existir tienen derecho a todo.
Parecería que los padres tenían razón,
pero no es así, porque al mismo tiempo que generaban la idea del
esfuerzo inoculaban el ya citado egoísmo.
Pero los padres de hoy tampoco aciertan,
porque al mismo tiempo que dan jamón a los hijos, deberían
acostumbrarlos a usar su capacidad racional.
El ser humano es un animal racional y
como animal tiene tendencia a adaptarse sin más a las distintas
situaciones en que puede verse inmerso en su trayectoria vital. Si
piensa, generalmente es porque se le ha presentado un escollo y debe
superarlo. Su meditación no va más allá de este punto. Es como si
un arquitecto que ha de hacer un edificio piensa en el modo de hacer
lo más barato posible, sin que se caiga y aprovechar del modo que
pueda los espacios, siempre pensando en el beneficio del promotor. Un
arquitecto con inquietudes superiores intenta averiguar qué es lo
que hace feliz al ser humano para diseñar una casa en la que pueda
sentirse muy a gusto.
Del mismo modo, los padres deberían
enseñar a los hijos a ir más allá de la función animal y meditar
sobre las grandes preguntas de la vida. De este modo aprenderían a
darse cuenta de que además de derechos tienen obligaciones.
5 comentarios:
Creo que aciertas.
Un abrazo
Eugenio
Estupendo y certero resumen de la educastración generalizada, que ha dado como resultado la sociedad en que vivimos y que haya tenido que surgir incluso una Asociación de Padres Maltratados por sus propios hijos, con más de 7.000 denuncias
al año.
Como dice el Juez Calatayud, lo mejor que se puede hacer para anular a una persona y convertirla en un delincuente es dárselo todo hecho y darle todo lo que pide. El resto del decálogo vale la pena leerlo. Yo lo he puesto en mi libro que presicamente habla alto y claro de este tema candente, entre otros que están destrozando nuestra sociedad.
Podeis descargar aqui la 1ª parte gratuita: www.instituto-pnl.com
Felicitaciones.
Educar es una tarea compleja y una gran responsabilidad. En mi opinión, el problema se generó hace unos años, cuando los padres/madres decidieron abdicar de su función educadora para convertirse en "colegas" de sus hijos. Eso es lo peor. Aquella criatura a la que no se le muestran los límites, es profundamente desdichada, crece desorientada y se pasará toda su vida yendo un poco más allá a ver cuando éncuentra ese límite. Y esos hijos mal educados de ayer son, a su vez, padres/madres con la responsabilidad de educar y sin saber cómo. En fin, un auténtico problema social.
Por cierto, en mi tierra se decía "Cuando seas padre, comerás dos huevos". Saludos cordiales.
Sois muy jóvenes. En seis años de internado creo que comimos huevo poco más de dos veces. Huevos duros con las primeras latas grandes de tomate frito. Y lo que se decía era, 'Cuando seas Padre, comerás huevo'. Porque los curas sí que comían huevos.
Isabel, mi predecesora pone el dedo en la yema: Aquellos primeros hijos de las leyes (?) educativas (?????) ya son padres. Y llegó el acabóse.
Excelente!
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