La mística y filósofa lloró al tener
noticia de una hambruna que tenía lugar en la lejana China.
Por nuestros lares abundan los fantoches
de cartón piedra a quienes las repercusiones que sus actos,
desprecios, traiciones o engaños, tienen en los demás, personas de
su entorno por lo general, les importan un bledo, cuando no les
alegran y celebran brindando con lo que tengan a mano.
Se parapetan tras su sonrisa cínica,
hipócrita, sardónica o ratonil y tratan de aparentar una
suficiencia de la que ellos mismos dudan.
Cuando pillan a un niño robando un
mendrugo en Kolimá le echan un cubo de agua encima y lo dejan a la
intemperie. Bastan unas pocas horas para que muera. La mayoría se
complace con la idea de que ese lugar está muy lejos, sin caer en la
cuenta de que si viviera en él, con las mismas condiciones de vida,
actuaría igual. Como Simone Weil hay muy poca gente.
He visto competir para subir las
escaleras más deprisa, para correr más rápido, para debatir mejor,
para demostrar mayor caudal de conocimientos, para escribir o cantar
mejor, para tener más resistencia debajo del agua, y para infinidad
de cosas más. Espero que antes de que se acaben mis días pueda
asistir a una competición para ver quién es mejor persona.
Tengo escrito que lo que más envidia
genera es la bondad. Todo el mundo quiere creerse bueno. Incluso en
caso de etarras como Otegui. Pero entre creerse y serlo hay un trecho
grande. Esa es la asignatura pendiente. Molesta mucho a la mayoría
encontrarse con una buena persona.
Lo que está deseando el personal,
hablando en términos generales, es una excusa, una coartada, una
insidia, una maledicencia, para volcar su furia contra alguien.
Hay muchos podemitas, o sea, que quieren
el bien para sí y el mal para otros, que no saben que lo son y quizá
ni siquiera votan a ese partido, pero lo abonan.
2 comentarios:
Asi debería ser, Vicente. Y lástima de que haya personas que desestabilicen la convivencia.
Como siempre Vicente, brillante tu artículo !!! Tiempos difíciles para buenas personas que creen a políticos que mienten con temerario desprecio a la verdad.
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